Un año de frenazo para las energías limpias

Cádiz es la provincia que más energía produce de toda la comunidad, tanto procedente del 'filón verde' como de fuentes convencionales. No obstante, y hasta que no entren en funcionamiento las dos centrales de solar termoeléctrica proyectadas para este año, las renovables en Cádiz se asientan en dos pilares fundamentales que, hoy por hoy, y a tenor de las nuevas normativas aprobadas en los últimos tiempos por el Gobierno, se mueven demasiado.

Por una parte, la dependencia de la energía eólica ya ha deparado para los promotores en la provincia la desagradable sorpresa de la paralización absoluta durante los próximos dos años, hasta que en 2013 se rehabiliten las primas actuales, se fijen nuevas cuotas y la Junta vuelva a convocar el concurso de priorización para los proyectos: el decreto de diciembre así lo especifica, con lo que la patronal, después de un largo periodo de incertidumbre, al menos tiene una fecha tope a la que agarrarse.

Pero, por otra parte, la solar fotovoltaica (con 50 megavatios, la segunda energía renovable con más presencia en Cádiz, gracias a los 85.000 metros cuadrados de paneles que se reparten por la provincia), tampoco pinta con mejor cara. Buena parte de los antiguos réditos del 'boom' del ladrillo se refugiaron en la ejecución de parques solares, «sobre todo por las interesantes primas que ofrecían las administraciones», recuerda Daniel López, de Ecologistas en Acción. Sin embargo, una nueva fórmula de preasignación del Gobierno ha venido «a racionalizar un modelo, inflado hasta los topes», que corre el riesgo de morir de éxito.

Doble golpe

Si el Ministerio de Industria ya había rebajado sustancialmente las tarifas asignadas a la producción en huertos solares, con lo que las empresas que habían invertido cantidades astronómicas en la adquisición del material y la puesta en uso de los sistemas «se habían visto en dificultades», ahora, el cambio de las reglas del juego impuestas por el Ministerio de Industria, ha dado otra vuelta de tuerca a las limitaciones que ahogaban a los promotores.

El Real Decreto Ley 14/2010 de 23 de diciembre impone el mismo techo de horas tarifadas por las instalaciones para toda España, «sin tener en cuenta la enorme diferencia que hay entre unas zonas del país y otra, que hay regiones que se benefician más de este recurso y que, por tanto, han acogido mayores inversiones». El presidente de la Asociación de Promotores y Productores de Energías Renovables de Andalucía, Mariano Barroso, cree que «se penaliza, por tanto, a los que invirtieron a largo plazo, a los que apostaron por instalaciones más eficientes, probablemente más caras pero que producirían más y supuestamente darían mayor rentabilidad. En definitiva, se castiga el buen mantenimiento y la apuesta por la investigación que permite sacar más partido a la energía solar». Aprean estipula que se perderán un 40% de los ingresos, sólo en el periodo de 2011 al 2014.

Con este panorama, las cifras de las energías renovables en Cádiz son exactamente las mismas que en 2009, y la proporción entre 'convencionales' y 'limpias', también. El total de la potencia instalada en la provincia, cerradas las cuentas del pasado ejercicio, certifica que ninguna otra región de Andalucía se asoma, ni de lejos, a su capacidad productiva. Las centrales tradicionales, especialmente la de ciclo combinado de Arcos, sumadas al importantísimo aporte de los 63 parques eólicos, podrían dar cobertura a más de 8,2 millones de personas, de los 8,5 que actualmente residen en la comunidad.

Cádiz es la que más energía procedente de fuentes renovables aporta a los 4.000 megavatios 'verdes' que generan las ocho provincias, y también la principal productora de energía procedente de fuentes no renovables. Sus centrales de carbón, cogeneración y tratamiento de recursos y, sobre todo, ciclo combinado, suponen 4.518 megavatios de potencia instalada, lo que la sitúa muy por encima de la segunda en el 'ranking': Huelva, con 1.823; y de la tercera: Almería, con 1.183.

En 'verdes', los 1.300,5 megavatios que proporcionan los aerogeneradores, los paneles solares, las plantas hidráulicas, y la obtención de biogás, implica que el 28% del tope de producción en Cádiz ya procede de fuentes limpias, un porcentaje al que no se acerca ninguna otra región de la comunidad. Por ahora. El frenazo a las eólicas y a las fotovoltaicas hará que se potencien otros campos, como la solartermoeléctrica y la biomasa, dos asignaturas pendientes en el territorio de los molinos de viento.