La acumulación de residuos ha aumentado durante el verano. :: O. CH.
Sociedad

La Casa del Obispo busca el apoyo de la Junta para proteger el yacimiento y evitar más daños

Este verano el criptopórtico romano ha sufrido un nuevo derrumbe a causa de las humedades

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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A principios de este verano LA VOZ se hacía eco de las quejas de Germán Garbarino, gerente de Monumentos Alavista, empresa concesionaria de la Casa del Obispo, ante el lamentable estado que presentaba el yacimiento, consecuencia de las obras del mirador Entrecatedrales. Humedades, grietas en las paredes, derrumbes y acumulación de residuos en las zonas colindantes y otros destrozos podían apreciarse al acercarse al lugar que alberga algunos de los vestigios más antiguos de la ciudad. A Garbarino, que lleva varios años alertando de estos graves daños en la estructura del monumento -ya avisó al Ayuntamiento antes del inicio de la obra Entrecatedrales-, lo que más le indigna es el desdén del Consistorio, su «falta de interés en subsañar los desperfectos» de uno de los principales reclamos turísticos de la ciudad. Un yacimiento que durante los fines de semana de julio y agosto ha registrado cerca de «11.000 visitas, tanto de gaditanos como de foráneos» y que ha recibido premios a su gestión.

En los últimos meses se ha recrudecido la relación de la empresa con el Consistorio, sobre todo cuando Garbarino, harto del silencio de la Corporación municipal, decidió colgar unos carteles informativos en las zonas afectadas que denunciaban la dejadez del Ayuntamiento de Cádiz y anunciaban visitas gratuitas durante todo el verano para aquellos gaditanos que quisieran ver en directo la degradación que presenta el yacimiento más importante de la ciudad. Por este motivo fundamentalmente, y también porque, según el equipo de gobierno el concesionario se negó a permitir el acceso al recinto a un funcionario público que pretendía comprobar los desperfectos, Monumentos Alavista recibió a finales de julio un expediente sancionador. Como respuesta, el pasado 9 de agosto Garbarino remitió al Área de Patrimonio un informe con las alegaciones oportunas y un resumen de todas los escritos que su empresa ha dirigido al Consistorio desde 2007 y que refutan las acusaciones. En lo referente a la visita del funcionario, por ejemplo, Garbarino ya declaró en su día que el empleado municipal se negó a identificarse, motivo por el que se le denegó la entrada.

Petición a Cultura

Ante la dejadez del Ayuntamiento, Monumentos Alavista se ha dirigido en dos ocasiones -la última el pasado 6 de agosto- a la Delegación Provincial de Cultura de la Junta con la intención de alertar del penoso estado del monumento, del agravamiento de los daños y del riesgo de destrucción o desaparición de algunos de los restos arqueológicos. El yacimiento aún presenta grandes humedades y este verano se ha producido un nuevo derrumbe en el criptopórtico romano, una de las zonas más afectadas. Además, el estío también ha traído un aumento en la cantidad de residuos que se acumulan en los alrededores de la Casa del Obispo, en especial bajo la estructura Entrecatedrales y en el callejón anexo, que «el Ayuntamiento no se ha dignado a limpiar en todo este tiempo». En este sentido, Garbarino ruega en su escrito a Cultura que «se solicite al Consistorio la ejecución con carácter urgente de un proyecto adecuado a la correcta protección del yacimiento Casa del Obispo y del existente bajo la construcción Entrecatedrales, debido a la proximidad del invierno y a las consecuentes lluvias». Por el momento, el gestor de Monumentos Alavista no ha recibido respuesta por parte de la Delegación Provincial de Cultura.

Por otro lado, muchos gaditanos han querido acercarse durante el periodo estival a observar de cerca el estado de este espacio arqueológico único en la provincia. «Cerca de 3.000 ciudadanos han acudido a las visitas gratuitas organizadas durante el mes de julio y agosto», anunciaba ayer Garbarino. «Hemos recibido propuestas de recoger firmas y han venido varias asociaciones de vecinos», comprometidas con la batalla de Garbarino. Éste también ha facilitado toda la documentación que posee sobre el caso a ediles de la oposición, que se harán eco del caso en el próximo pleno, al que el gestor del monumento no piensa faltar.

No obstante, ante el silencio administrativo de los últimos meses, Garbarino ha decidido dar un paso adelante. Ayer mismo, envío un escrito a Urbanismo en el que informaba de la fuerte oxidación que sufren las vigas de hierro del yacimiento, destinadas a la realización de la obra cuya licencia está pendiente de ser concedida por esta Administración -licencia que la empresa solicitó para acometer la segunda fase de su proyecto-. Al final de la carta, Garbarino informaba de que se procedería al rascado y pintado de las vigas para su mejor conservación.