Opinion

Sentir

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Esta mañana temprano, cuando escribo, ha caído una buena tormenta. A últimas horas de la noche y primeras del amanecer escuchaba, desde la cama, el goteo incesante del agua al tropezar con todo en su caída al suelo. Me encuentro rodeado de plantas y árboles recién regados por la lluvia y huele a tierra mojada. Echo de menos todo esto cuando estoy en Cádiz, pero allí también me reconfortan esa arena mojada bajo mis pies cuando paseo por la playa y contemplar esa fuerza del paisaje marino.

Hace un rato olía entrañablemente a tostadas calientes y café con leche y cuando estaba degustando mi desayuno llegó nuestro perro, con su olor también inconfundible y ya familiar, meneando contento su cola. He paseado fuera de la casa para rozar mis manos con el agua que permanecía sobre las plantas, y esas mismas manos se encuentran ya aquí moviéndose sobre el teclado.

Si se fijan ustedes en los dos párrafos anteriores ya he aludido a los cinco sentidos clásicos. Pero hay muchos más y probablemente tantas formas de sentir como seres vivos hay sobre nuestro planeta. Sólo en relación a los clásicos hay distintas maneras de mirar a las personas y de observar con atención lo que ocurre a nuestro alrededor, de tocar, abrazar y besar, de oler lo natural y lo artificial, de oír a los animales, el viento, el agua, el fuego y los ruidos cotidianos de nuestro entorno, de escuchar a la gente y las músicas del mundo, y existen distintas formas de degustar nuestros alimentos en relación a su sabor, presentación, textura, dureza, temperatura, olor, etc.

Pero ¿existe un sexto sentido?, ¿y un séptimo u octavo?...¿Cómo se sienten el dolor y el placer, el peso, las náuseas, el frío y el calor?...¿Y el sentido del equilibrio?¿Cómo se sienten los sueños?¿Cómo sentimos el aire que nos envuelve cuando vamos en bicicleta, en moto o a caballo?.¿Qué sentimos cuando hacemos deporte?. ¿Y las mujeres embarazadas cómo sienten a sus futuros bebés?.¿Sentimos lo mismo los hombres y las mujeres, los pequeños y los mayores?

Y si consideramos los sentidos y las sensaciones de manera menos física, ¿cómo nos sentimos tristes o alegres, dubitativos o seguros, apáticos o creativos?...

En nuestro cuerpo disponemos de millones de elementos receptores encargados de conducir los estímulos sensitivos hasta su integración y organización como distintas sensaciones a través de los cinco sistemas sensoriales básicos que estudia la fisiología. Luego procesamos esa información, cerebral o mentalmente, y la percibimos al otorgarle una interpretación y una significación. Aún más.¿realmente existen los colores, los sonidos, los sabores.y el tiempo (como dudaba en mi anterior artículo), o son constructos mentales?. Ésas son ya otras preguntas.

De momento disfrutemos con nuestras buenas sensaciones de empatía, de 'feeling', o de buen rollo, como dice la gente joven.