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Una coalición dirigirá Australia tras 70 años

Cuatro independientes y un diputado verde decidirán el signo del nuevo Gobierno tras la apretada victoria de los conservadores

SIDNEY. Actualizado: Guardar
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El color del Gobierno que dirigirá Australia durante los próximos tres años quedó ayer en el limbo después de que ninguno de los dos principales partidos obtuviera la mayoría absoluta en las elecciones generales. La oposición conservadora liderada por Tony Abbot echó por tierra los pronósticos que adelantaban una ajustada victoria del Partido Laborista, de la primera ministra, Julia Gillard, y según los resultados provisionales obtuvo el triunfo por apenas dos escaños. Con este panorama, ambas formaciones deberán cortejar a los independientes para formar el primer Ejecutivo en minoría desde 1940.

«El Partido Laborista ha perdido su supremacía», proclamó el jefe de la coalición conservadora formada por los partidos Liberal y Nacional en una festiva comparecencia ante sus seguidores en un hotel de Sidney. De acuerdo a la televisión ABC, con el 76,7% de las papeletas escrutadas, los moderados habían obtenido 72 escaños por 70 de la fuerza de izquierdas. Los independientes obtuvieron cuatro asientos y uno el Partido Verde, que por primera vez desde su creación tendrá representación en el Parlamento, compuesto por 150 diputados.

Aunque los resultados definitivos no se conocerán hasta pasados varios días, la mayoría de los analistas predicen que los conservadores obtendrán en total 74 escaños, 71 los laboristas, cuatro los independientes y uno el Partido Verde. A pesar de perder la mayoría parlamentaria, Gillard, la primera mujer al frente de un Gabinete australiano, señaló que su partido liderará el próximo Ejecutivo. «Quedan por delante unos días de ansiedad, pero vamos a continuar luchando para formar gobierno», subrayó.

En un aparente primer gesto de aproximación, la primera ministra felicitó a los cuatro candidatos no adscritos y al Partido Verde por los escaños logrados. «En el Parlamento federal tengo unos buenos antecedentes por trabajar de forma productiva con independientes, y con los ecologistas en el Senado», apuntó Gillard. El Partido Verde será la fuerza que decidirá de que lado se inclina la balanza en la Cámara alta, institución con notables poderes incluido el de bloquear las leyes que el Gobierno propone al Congreso.