El miedo al estancamiento hunde las Bolsas

¿Quién habló de calma veraniega? El temor a que la recuperación se frene en seco en los países industrializados llevó a los inversores a desprenderse de sus acciones en un clima de nerviosismo. Los mensajes de cautela de la Reserva Federal norteamericana, la revisión a la baja de la previsión de crecimiento del Reino Unido y la proliferación de análisis pesimistas emitidos por los institutos de estudios y los bancos sembraron la desconfianza en los mercados. La rentabilidad del bono alemán y de la deuda estadounidense se han situado en valores mínimos. El recorte del bono germano ensancha la brecha con la deuda española.

En las bolsas, el Ibex-35 cedió el 3,1% para quedar en 10.374 puntos. Es la mayor caída que registra este indicador en mes y medio -desde el desplome del 29 de junio, en plena crisis de confianza sobre la posibilidad de la banca española de devolver el dinero tomado del Banco Central Europeo- y, junto con el retroceso sufrido por el Mibtel italiano, la más acusada de los parqués europeos. El CAC del mercado de París cayó el 2,74%, el Footsie londinense el 2,44% y el Dax de Francfort el 2,1%.

De madrugada, el índice Nikkei de la Bolsa de Tokio registró un descenso del 2,70%, en momentos en que las estadísticas confirman la persistencia de la inestabilidad.

El Banco de Inglaterra anunció ayer que la reactivación se producirá en el Reino Unido a un ritmo más débil de lo previsto. La falta de confianza de los consumidores y las empresas frena el gasto y la inversión y el crecimiento también se resiente del más rápido ritmo del ajuste presupuestario. En 2011, el crecimiento será del 2,5% frente al anterior 3,4%, pero la inflación también superará el techo del 2%.

Reactivación modesta

El informe de la autoridad monetaria británica se sumó al mensaje enviado la víspera por la Reserva Federal. El banco central norteamericano advirtió de que, a corto plazo, «el ritmo de la reactivación probablemente será más modesto de lo anticipado». Un juicio que contrasta con las manifestaciones bastante más optimistas que realizó a comienzos del verano. Nuevos datos negativos se suman cada día. En esta ocasión, el fuerte aumento del déficit comercial de EE UU, que el pasado junio ascendió a 49.900 millones de dólares, mucho más de lo que preveían los analistas, según cifras publicadas por el departamento de Comercio en Washington.

Los analistas del norteamericano Citigroup apuntan que la evolución de España podría volver a ser negativa en el segundo semestre del año y que el crecimiento de 2011 será «significativamente menor» del 1,3% que prevé el Gobierno. Opinan, además, que si el Ejecutivo quiere rebajar ese año el déficit público desde el 9,3% al 6%, no le quedará mucho espacio para aumentar la inversión pública.

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, reconoció que la economía española atraviesa un tercer trimestre «menos bueno» que el segundo. Pero la ministra Elena Salgado, en declaraciones a Europa Press TV, ha recordado que el Ministerio de Economía dijo el año pasado, y mantiene todavía, que en 2010 «no habrá trimestres negativos». Según la vicepresidenta, entre julio y septiembre podría darse un menor crecimiento, que no una caída del PIB respecto al trimestre anterior, por el efecto de las compras anticipadas a la subida del IVA.

Por otra parte, desde el equipo económico se ha intentado poner parches al efecto 'rebote' que sobre el riesgo país ejercieron las declaraciones del presidente José Luis Rodríguez Zapatero anunciando un aumento de gasto público para «aliviar» el recorte de la inversión en infraestructuras. La vicepresidenta Salgado limitó el alcance de esta iniciativa al «pequeño margen» que lo estabilización de los mercados en las últimas semanas ha proporcionado al presupuesto del Estado. La cantidad «no será especialmente importante», matizó, aunque permitirá al ministro de Fomento «recuperar alguna de las obras» que habían quedado aplazadas.