Las obras ya están totalmente paradas

Ya no queda tajo en el segundo puente. Las subcontratas han abandonado por completo la zona de trabajo y la maquinaria ha sido retirada. Lo último que queda en el entorno del Río San Pedro son unas estructuras metálica con las que se iban a montar las zapatas, que revisten los tramos que descansan en ambas orillas. La empresa adjudicataria tan sólo mantiene un retén de ocho trabajadores que hacen labores de mantenimiento y vigilancia durante todo el día a la espera de recibir nuevas órdenes.

El último contingente de operarios de las subcontratas salió hace casi dos semanas. Son los que se encargaban de todo lo relacionado con los hierros y estructuras del proyecto. Los últimos trabajos que estaban llevando a cabo era para el sostén del tablero con la instalación de dovelas, una especie de arcos que dan estabilidad a la construcción.

El único tramo que ha tenido actividad en estos dos meses ha sido el enlace del Río San Pedro, que se abrió finalmente el pasado jueves. Pero este tramo, aunque está dentro del proyecto del segundo puente, forma parte del desdoblamiento de la antigua N-443.

Esta obra, que también la lideraba Dragados, se ha abierto de forma provisional, pero no figura dentro del gran proyecto del acceso. Por lo que respecta a los cinco kilómetros de recorrido hasta la orilla de Cádiz, la obra fue apagándose desde el pasado 2 de junio, fecha en la que la constructora ralentizó los tajos por el impago de las certificaciones de obra correspondientes a abril y mayo.

Desde entonces, la empresa adjudicataria la ido recortando la actividad: rescindió contratos a las empresas auxiliares y canceló el tercer turno de noche.