ANDALUCÍA

La decisión cae como un jarro de agua fría

El Gobierno intenta evitar que la opción tomada se vea como un «fracaso» de GriñánArenas y Valderas inciden en los «errores» del presidente andaluz, mientras que los sindicatos piden que Salgado dé marcha atrás

SEVILLA. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La adjudicación de CajaSur a la entidad vasca BBK fue recibida en Andalucía como un jarro de agua fría. Todos los partidos y el Gobierno de la Junta lamentaron la decisión, aunque mostraron su respeto al Banco de España. El Ejecutivo, a través de su consejero de Economía, Antonio Ávila, quiso dejar claro que «acata» la opción del Banco de España, después de haber apostado por que CajaSur se quedara en Andalucía. Los sindicatos fueron más allá de las lamentaciones al calificar la elección de «tropelía» y «expolio a los intereses andaluces y cordobeses», según palabras de Francisco Carbonero, secretario general de CC OO en Andalucía. Pese a los intentos del Gobierno andaluz de quitar hierro al asunto, el varapalo puede considerarse de grandes dimensiones y sus consecuencias políticas difíciles de medir, ya que por primera vez en mucho tiempo todas las fuerzas política y sindicales habían unido sus voces para que la gestión de la caja cordobesa permane ciera en la Comunidad y fuera adjudicada a una de las dos andaluzas que apostaban por ella, Unicaja o Cajasol.

La presión política ejercida en este sentido fue mayúscula en los últimos días. La oferta de Unicaja se daba como favorita en ambientes políticos y financieros de esta Comunidad. Hasta el mismo presidente de la Junta, José Antonio Griñán, dijo en la mañana de ayer, horas antes de que el Banco de España resolviera la puja, que la adjudicación a Unicaja sería como restablecer el orden «ilógicamente perturbado», recordando que la entidad malagueña había casi cerrado una fusión con CajaSur.

Cuando habló Griñán no se había hecho oficial la resolución del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Tres horas después de las declaraciones de Griñán a Canal Sur Radio se despejó la incertidumbre. Inmediatamente después de confirmarse la marcha de Cajasur a la vasca BBK, Griñán llamó a su despacho al consejero de Economía, Antonio Ávila. El equipo cercano a Griñán no podía ocultar el disgusto. Ávila compareció ante los medios con un mensaje insistente para que la decisión del Banco de España no se interprete como un revés del Gobierno central y la citada institución a Griñán. «No se puede hablar de fracaso», dijo Ávila en una improvisada rueda de prensa de pie que duró más de treinta minutos. La oposición ya había echado a rodar otra opinión del desenlace del culebrón CajaSur: «No se puede ir de error en error», advirtió Javier Arenas al presidente de la Junta.

Una reflexión

Arenas mostró su descontento por que ni Cajasol ni Unicaja se hayan quedado con CajaSur y manifestó su deseo de que la opción del BBK sea «lo mejor» para los trabajadores de la entidad cordobesa. También expresó su deseo de que la caja vasca respete la implicación que la cordobesa tiene con la sociedad, las empresas y las familias de la ciudad califical. Dicho lo políticamente correcto, Arenas dirigió su munición crítica hacia Griñán. Para IU y el PA en la decisión puede estar una concesión del Gobierno al PNV para garantizarse el apoyo en los Presupuestos del Estado.