Con novedad en el Alcázar

El príncipe Felipe inaugurará el próximo 19 de julio el nuevo Museo del Ejército en el histórico edificio del Alcázar de Toledo. Un acto en el que no faltará la polémica por haberse suprimido a las visitas del público la recreación del famoso despacho que el coronel José Moscardó -más tarde general- ocupó durante los tres meses que duró el asedio republicano a la fortaleza al comenzar la Guerra Civil.

El despacho no se ha incluido en el proyecto museológico porque el Ministerio de Defensa y el equipo de historiadores seleccionado para confeccionar el recorrido histórico y temático no lo han considerado necesario dentro de los objetivos del museo: mostrar la historia de España a través de la evolución del Ejército y, al mismo tiempo, «destacar la contribución del Ejército al nacimiento, constitución y desarrollo de la nación y del Estado español y dar a conocer las aportaciones militares al progreso institucional, social, científico y cultural de España», según información del Ministerio.

De este modo, ya no podrá escucharse la grabación que se emitía sobre la presunta conversación que Moscardó mantuvo con su hijo, preso de los milicianos, que éstos querían utilizar como moneda de cambio para que entregara el Alcázar, algo a lo que el coronel se opuso.

Lo que sí tendrá cabida en el nuevo emplazamiento es el período histórico de la Guerra Civil y el franquismo, según confirmó ayer el director del museo, el general de Brigada Antonio Izquierdo, que quiso despejar dudas afirmando que «las dos partes de la contienda están representadas» y que «hay más de 30 objetos relacionados con la División Azul, un hecho histórico incuestionable que existió como tal».

Al margen de polémicas, el día 19 el don Felipe estará acompañado en la inauguración por las ministras de Defensa y Cultura, Carme Chacón y Ángeles González-Sinde, con quienes recorrerá las 21 salas en que se ha dividido este museo tras su traslado desde su anterior sede de Madrid. Una espectacular mudanza de más de 36.000 objetos realizada una vez acometida la reforma del Alcázar. Las obras se iniciaron en 2003 y han culminado con la construcción de un edificio anexo y con la incorporación de los restos arqueológicos -romanos, árabes y renacentistas- encontrados durante la ampliación.