La tasa de morosidad se sitúa en el 3,4%, el doble que hace un año. :: ÓSCAR CHAMORRO
Seguridad Social

Las deudas de las empresas con la Seguridad Social se disparan

La administración recurre cada vez más a aplazamientos de las cuotas y subasta de bienes para cobrar las cantidades Aumenta un 75% las que piden ayuda para hacerle frente a los pagos

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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«Una vez realizados los trámites oportunos se dará paso a la subasta de varios lotes embargados por el incumplimiento de pagos a la Seguridad Social». Una voz amplificada va relatando una a una las propiedades que a lo largo de la mañana cambiarán de manos.

El primero de ellos es una vivienda en Cádiz, sita en la avenida de La Ilustración, con una superficie de 100 metros cuadrados. Tiene como carga lo que resta de la hipoteca, con un valor de tasación de 97.072 euros. Se abre la puja. El inmueble se subastó el pasado miércoles en el edificio cercano a la plaza Asdrúbal. Allí la actividad no ha dejado de aumentar desde que irrumpió la crisis.

La tasa de morosidad a la Seguridad Social alcanzó en marzo el 3,41%, cuando no se registraban índices superiores al 1,5% desde finales de los noventa. Eso supone que el número de empresas que ha dejado de cumplir se ha duplicado en apenas unos meses, según los datos aportados por la Tesorería en Cádiz. Y para no llegar a formar parte de esa lista, se recurren a miles de estrategias. Un 75% más pide ayuda para hacerle frente a los pagos desde que empezó la crisis.

Dada la situación general, la administración se ha visto obligada a rebajar las exigencias. Cada vez son más los que piden un aplazamiento de los pagos . Hasta mayo de este año 959 empresas han negociado su deuda, a lo largo del pasado fueron 1.809 y ya la cifra se salía de lo habitual.

A Alberto Barra, graduado social de Barix Asesores, no le extrañan las cifras. Ha visto crecer los problemas para pagar en los últimos dos años. «La falta de liquidez tiene ahogadas a las empresas», asegura, aunque reconoce que la Seguridad Social ha aflojado mucho la mano desde que comenzó la crisis. Parece que ahora se piden menos requisitos para un aplazamiento del pago y se le da una mayor tregua al empresario antes de recurrir a medidas más penosas, «incluso se valora la intención, aunque no haya para saldar todas las cuotas», cuenta Barra.

La parte más perversa del sistema, bajo su punto de vista, es que cada unidad de recaudación ejecutiva tenga un criterio distinto. «Eso significa que si el empresario es de Cádiz tendrá condiciones diferentes a los de Chiclana o El Puerto».

«Ahora es muy habitual que un empresario se vea con el agua al cuello porque una administración pública le deba una deuda y no poder hacer frente a las cantidades que le pide Hacienda o la Seguridad Social», explica el asesor. Y tal como están las cosas, se muestra partidario de que la Tesorería acepte pagarés, al menos del sistema público, para satisfacer la deuda.

Por el momento habrá que tirar con lo que hay. La dirección provincial de Cádiz reconoce que la situación es difícil y se muestra comprensiva argumentando que «se valora en primera instancia la importancia de mantener la actividad y los puestos de trabajo».