CHARLETAS GADITANAS

NACER Y MORIR

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Muchos no han conocido que antes se nacía y se moría en el domicilio familiar. En el primer caso, el más alegre por supuesto, empezaba cuando la parturienta al primer grito de ¡ay! salía el marido corriendo a casa de la matrona. En aquellas fechas, las más conocidas eran las hermanas Braza Calle, Paquita Camacho, Modesta Rueda, Julia Velázquez, etc. Una vez en la casa, la matrona reconocía a la futura parturienta y determinaba el tiempo aproximado para producirse tan fausto acontecimiento. Ya la comadre como así se les llamaba a estas extraordinarias profesionales, iba dando las órdenes para que los acompañantes de la futura mamá fuesen preparando todo lo necesario como el agua caliente, las toallas, paños, etc, para el momento oportuno. Los acompañantes en estos momentos casi siempre eran, las madres, suegras y alguna vecina muy allegada, a los menores de veintiún años se les mandaba a la calle para que de esta forma no fuesen a enterarse como venía al mundo un ser nuevo. Desde esos momentos, se empezaba a preparar el puchero con su gallina, comida indispensable para esa ocasión. Una vez que se terminaba el acto, ya con el niño bañado, vestido y con una serie de fajas que les pnían que eran los más parecido a un alfajor de Medina, llegaban las visitas y a explicarles como había sido el parto. Por supuesto, la nueva madre no podía bañarse durante la cuarentena nada más que lo imprescindible desde lueho la cabeza no. Se le sometía a una sobre alimentación ya que tenía que darle de comer al niño con sus pechos. Ello conllevaba que la señora venía a engordar algunos 'kilillos' que después les costaba trabajo dejar. Pues con todas estas historias, los niños se criaban mucho peor que hoy. De la segunda parte, ya hablaremos otro día.