HUELGA SÍ, PERO JAPONESA

Después de varios años de una incomprensible pasividad, los sindicatos han salido a la palestra. Ante el flagrante e incomprensible ensañamiento de este gobierno con nuestras economías, ya notablemente mermadas con una crisis (negada hasta la saciedad) han propugnado una jornada de huelga. No entiendo como no se han movilizado hasta ahora. Ahora, que ya no hay marcha atrás en cuanto a las medidas adoptadas, es cuando tienen que lavar su imagen y promulgan un desencuentro con el gobierno en el poder, ya era hora. Desde que estamos en democracia se promulga, por activa y por pasiva, que la huelga es un derecho, hasta aquí todos de acuerdo, pero resulta paradójico que cuando se produce una convocatoria de protesta, se establecen unos servicios mínimos que normalmente pretenden cubrir todas las funciones a desempeñar consiguiendo que el impacto de la protesta quede totalmente anulado. Por otra parte, los rectores de los diferentes puestos de trabajo, mandan misivas a sus trabajadores amenazándoles de la merma económica que va a suponer su movilización y, claro, como están las cosas, la mayoría de los movilizados optan por encogerse de hombros y tragar con lo intragable. Luego, aparecen en los medios de comunicación los datos de seguimientos de esta jornada y para lo que para unos es un éxito total (en este caso los sindicatos) para los otros, el gobierno, la huelga no ha tenido seguimiento ¿No te fastidia? ¿En que quedamos? A la vista de lo absurdo de estas situaciones creo que vamos a tener que optar por las huelgas a la japonesa. ¿Se pagarían en este caso las horas extras que se trabajen de más con la misma alegría que ahora te amenazan con descontarlas? Es esta una incógnita que seria bueno probar ¿No les parece?