Economia

El miedo al paro hunde la confianza de los consumidores 13,1 puntos en mayo

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los ciudadanos de a pie son pesimistas sobre la evolución de la economía a corto plazo. La confianza de los consumidores se hundió en mayo 13,1 puntos respecto de abril, hasta situarse en 65,1 puntos, según el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) que elabora el Instituto de Crédito Oficial (ICO).

El bajón obedece a un empeoramiento general de las expectativas de mejora a seis meses vista, sobre todo de aquellas relacionadas con la evolución del empleo. Pese al retroceso mensual, el resultado supera en 1,3 puntos al de hace un año.

Las actuales expectativas de los consumidores se encuentran en el nivel que tenían en el verano de 2007, al inicio de la crisis financiera en Estados Unidos, y la opinión sobre la evolución económica reciente registra valores similares a los de hace dos años. El ICC «continúa alejado de los valores mínimos que registró en el peor momento de la crisis económica, en el verano de 2008», destaca el ICO.

En mayo empeoran todos los componentes del indicador de expectativas, que en conjunto pierde 15,6 puntos respecto de abril y se sitúa en 90,2 puntos. La caída es especialmente significativa, de 17,6 puntos, en la confianza en la evolución futura del mercado laboral. Las perspectivas para el conjunto de la economía ceden 16,8 puntos, y las relacionadas con una eventual mejora de la economía familiar bajan 12,3 puntos.

Mucho peor aún es la confianza del consumidor en la situación actual, que en mayo cae 10,6 puntos en comparación mensual y se sitúa en 40 puntos. El motivo, detalla el ICO, es que «ha empeorado la opinión de los consumidores» acerca de la evolución reciente de la economía, componente que registra un bajón de 16,1 puntos; de la evolución del empleo, que cede 9,6 puntos, y de la economía doméstica, que disminuye 6,1 puntos.

El ICO cree que la caída del ICC de mayo se debe al empeoramiento tanto de las expectativas de los consumidores como de su opinión sobre la evolución económica reciente. Y relaciona el aumento del pesimismo «con la incertidumbre que se está viviendo en los mercados financieros y con las medidas de política económica que están poniendo en marcha los gobiernos europeos para recuperar la confianza de los inversores, que también afecta a España».

En mayo bajan las expectativas de subidas de precios y tipos, y las vinculadas a las posibilidades de ahorro y de compra de bienes de consumo duradero.