«Soy culpable» por menos años

Minutos antes del juicio, aún queda la penúltima oportunidad de que el acusado pueda evitar sentarse en el banquillo, someterse al interrogatorio y gastar tiempo y saliva en la defensa de una causa que, muchas veces, puede resultar perdida desde el principio (porque la Policía los sorprendió en mitad de la playa con los fardos en la mano o encontró la droga en el interior de su casa). La absolución es improbable, ni cabe la posibilidad de anular la investigación por fallos en la instrucción. Llega el momento de negociar para las defensas. Alcanzar un acuerdo con la Fiscalía pasa inexorablemente por declararse culpable y admitir los hechos. A cambio obtendrá una pena rebajada.

El recurso a la conformidad como alternativa al pleito se ha incrementado en muchos asuntos penales de la provincia de Cádiz en los últimos años. De hecho, según la última memoria de la Fiscalía de Andalucía que está publicada, el número de condenas que se obtienen antes de celebrarse la vista sigue una tendencia de aumento; de manera que en 2008 -últimos datos actualizados-, las sentencias de conformidad se habían duplicado con respecto al año anterior, y casi se equiparaban en número a las decisiones de un juez o un tribunal -5.987 sentencias de este tipo, frente a las 6.636 dictadas tras pleitear en la provincia de Cádiz-. De hecho, llama la atención cómo la provincia gaditana destacó ese año como la que más conformidades cerró.Por supuesto, no todos estos acuerdos se limitaron a cuestiones relacionadas con el tráfico de droga. No en vano parte del incremento de este tipo de sentencias se debe a la conversión en delitos de las infracciones de tráfico. Los imputados obtienen hasta una rebaja en el tercio de la pena exigida por la acusación pública si reconoce los hechos.

Delito estrella

No obstante, la tendencia de la alternativa al pleito se hace especialmente visible en los delitos vinculados contra la salud pública, entre otras razones, porque es la tipología delictiva 'reina' en una provincia especialmente castigada por esta lacra. Los dos últimos casos de narcotraficantes que reconocían su culpa a cambio de una condena descafeinada, tenía lugar la pasada semana en la Audiencia Provincial de Cádiz, donde se solventó un extenso juicio previsto para tres días de sesiones, vinculado con la compra y venta de cocaína. Sin embargo, los acusados aceptaron los hechos a cambio de penas mínimas, evitando la celebración del juicio.

Los ocho procesados pertenecían a una banda dedicada a la venta de ambas sustancias estupefacientes en El Puerto. La Fiscalía pedía para ellos penas de dos a ocho años de cárcel por delitos contra la salud pública. Sin embargo, tras admitir los hechos, el castigo quedó reducido a menos de dos años en el caso de los castigos mayores. Aquellos que habían tenido hasta la fecha una hoja de antecedentes impoluta se libraban del cumplimiento de la pena en la cárcel por estar por debajo de los dos años. ¿Cuánto puede llegar a rebajarse una pena? Como explica el abogado penalista Manuel Montaño: «depende de muchas circunstancias». Una rebaja tan llamativa como la anterior, por ejemplo, puede deberse a una petición por parte de la defensa de un atenuante de dilaciones indebidas en la instrucción, ya que las detenciones de los ochos acusados antes mencionados se llevaron a cabo hace seis años, en mayo de 2004. En esta situación, la acusación pública tiene poco margen de maniobra ya que esas dilaciones pueden ser reconocidas por el tribunal, llegado el juicio, fijando una condena similar a la que se alcanzó mediante acuerdo.

Ejemplo en 'macrocausa'

En algunos casos, los años de prisión solicitados por Fiscalía se quedan en la mitad, siempre que la rebaja no suponga dejar impune el delito y el acusado ingrese en prisión. Un acuerdo de tal calibre se llevó a cabo, por ejemplo, a finales del pasado año, en un 'macrojuicio' a 20 personas dedicadas en su mayoría al tráfico y menudeo de cocaína en diversas localidades de La Janda, entre los que se encontraban además los proveedores en Colombia. La mitad eran narcos declarados y profesionales, que no dudaron en aceptar los cargos para lograr así que las peticiones iniciales de 16 y 11 años de cárcel se quedaran en poco más de siete años. En el tráfico de hachís (el más común en la provincia), la reducción de penas es también más limitada porque los castigos no son elevados: «Apenas llega a uno o dos años», explica Montaño, que considera que en este sentido la Audiencia de Cádiz se muestra más reacia que otros tribunales provinciales a aplicar las rebajas penales. Quizá por la especial sensibilidad ante el narcotráfico que existe en esta provincia, al ser la principal puerta de entrada de hachís en Europa. El endurecimiento de la lucha contra la droga se ha materializado con la aprobación del tercer fiscal dedicado a este materia en Jerez.

El recorte de años se consigue al retirar la Fiscalía los agravantes que endurecían la pena básica, muchos de los cuales no siempre son considerados por el juez, y podrían no ser tenidos en cuenta en la sentencia.

Los fallos por conformidad son considerados, en todo caso, como una herramienta de eficacia procesal, no tanto porque permitan ahorrar tiempo y esfuerzo en la celebración de juicios (en realidad, el ahorro es mínimo pues los acuerdos suelen realizarse minutos antes de las vistas ya señaladas), sino sobre todo porque garantiza el cumplimiento de las penas por los condenados, que al aceptar los hechos y los castigos impuestos pierden la oportunidad de iniciar el largo proceso de recursos ante los altos tribunales, que hacen que algunas causas vaguen por los juzgados durante años. Muchos más de los que se puedan recortar en un acuerdo.