El sueño de Cristóbal y Maika terminó en una curva de Algodonales

Los motoristas gaditanos están de luto. Una curva con barro y un maldito quitamiedos de la carretera entre Olvera y Algodonales tienen la culpa de la tragedia. Cristóbal y Maika quedaron con su grupo de moteros el pasado 28 de febrero para asistir en Antequera a la salida Kawasaki, un festejo marcado en el calendario de los aficionados a las dos ruedas. Cristóbal había soplado el día antes su tarta de cumpleaños con 26 velas y nunca pudo imaginar lo que ocurriría horas después . A media mañana, los moteros avanzaban por la A-384 en dirección a la provincia de Málaga, mientras Cádiz seguía capeando los efectos del temporal entre nubes y claros. Varios tractores habían dejado minutos antes un reguero de fango sobre el asfalto tras acabar las tareas de limpieza en una granja próxima. Fue entonces cuando se mezcló la fatalidad con el destino. La moto de Cristóbal y Maika derrapó en un abrir y cerrar de ojos, el mismo tiempo que tardaron ambos cuerpos en impactar contra la barrera de protección de la carretera. El choque fue brutal. El quitamiedos hizo de guillotina, como siempre en estos casos, y sus pilastras seccionaron de cuajo el brazo derecho de Cristóbal. Maika corrió peor suerte que el joven. Perdió la pierna izquierda y murió casi en el acto. Los amigos de esta pareja de moteros gaditanos no han parado desde entonces de movilizarseen la red y en las calles contra este sistema de protección que, más que quitar el miedo, arroja peligro. Cristóbal se repone de las fuertes heridas en la UCI del Puerta del Mar. Los moteros están hartos de reclamar el cambio de estas vallas protectoras por otras de doble bionda, que impidan que los cuerpos de los conductores, tanto de motos como de bicicletas, acaben guillotinados cada vez que hay una salida de vía. Más de 60.000 motoristas se concentraron en 2008 en Madrid para exigir el cambio de los anticuados guardarraíles. Aproximadamente el 15% de las muertes y el 60% de las lesiones producidas en accidente de moto han sido provocadas por estos elementos. Además, se ha demostrado que el impacto de una persona contra un guardarraíl a partir de los 30 km/h provoca gravísimas lesiones.