«Exigen demasiado papeleo para reciclarte»

Juan Carlos Narváez acude casi a diario al Instituto Municipal de Promoción (Impro) de Puerto Real a preguntar por los resultados de la entrevista que realizó para un taller de empleo que vincula a la albañilería con la arqueología. Juan Carlos ha tenido siempre trabajo, pero ya acumula medio año de paro. Lo primero que le ha sorprendido de sus primeros pasos como alumno de los cursos de formación es la cantidad de 'papeleo' que se exige. «Te piden muchas cosas y títulos de todas clases», describe sobre el proceso de selección este carpintero que ahora pretende reciclarse. Su situación en casa resulta complicada, por lo que sus urgencias se topan, por un lado, con la larga duración de la acción formativa y, por otro, con la ausencia de una titulación que poder aportar ante los empresarios. «En un año está claro que se aprende el oficio, pero no nos van a dar un título; nos dan un certificado, que no es lo mismo, pero a lo mejor equivale.», destapa Juan Carlos sus dudas. Estas se compensan en parte con sus indagaciones por las páginas de empleo por Internet, donde parece que su oficio es bastante demandado. El hecho de que los talleres de empleo estén remunerados hace, a su manera de ver, que acudan algunos que busquen el sueldo que se les brinda mientras se forman, más que la posterior inserción laboral: «En Cádiz hay muchos chavales a los que estos cursos no les interesa, sino que se apuntan por el dinero que les dan y eso es una pena, cuando hay muchas personas más necesitadas». Ahora que se encuentra en las filas del paro, Juan Carlos se muestra especialmente molesto con algunas estrategias de «discriminación positiva» que hace que algunos grupos de personas gocen de cupos que les hacen más fácil incorporarse a este tipo de programas.