El buque permaneció amarrado en puerto debido a los fuertes vientos. :: ANTONIO VÁZQUEZ
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En Puerto Real no hubo bautismo, pero sí posibles clientes

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La lluvia y el viento obligaron a que el bautismo en Puerto Real de un nuevo Patrullero Oceánico de Vigilancia quedara recluido en el salón de actos. Estuvieron presentes los embajadores de Malasia, Tailandia y Turquía, y los agregados navales del primero de esos países y los de Ecuador y Brasil, posibles clientes de cara al futuro.