Una empleada, en la protesta por el cierre de los negocios. :: A. VÁZQUEZ
Ciudadanos

Un mozo de espadas, al frente del imperio

José Luis T. F., que está en prisión, consta como administrador único de un emporio muy próspero por decisión de Juan Galán Los Galán tejieron una red de sociedades para explotar los seis clubes de alterne

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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¿Hombre de confianza o de paja? La Guardia Civil lo tiene claro: José Luis T. F. es el testaferro de la familia Galán, una pieza utilizada por el clan para eludir responsabilidades ante el fisco. A los agentes les chirría la organización empresarial que existe en torno a los seis clubes de alterne que explotan los cabecillas del entramado desmantelado en la 'operación Toscana'. La Hacienda, el Aloha o el Aladín son propiedades de Juan Galán a la vista de todos, profanos o no en el negocio del sexo. Y más ahora que su apellido se repite como una constante en los titulares de las noticias. Sin embargo, eso no reza en los registros oficiales, donde consta una serie de sociedades que no encabeza ninguno de los Galán sino José Luis T. F.

La investigación del Instituto Armado tiene una doble vertiente: las supuestas irregularidades que se habrían cometido contra las prostitutas que ejercen en los hoteles y qué destino tiene el rendimiento económico de unos negocios que se presumen muy fructíferos. El uso de testaferros es el método básico para blanquear capitales. Es una figura habitual en las investigaciones patrimoniales que sacan a la luz fortunas escondidas. Cuando los agentes comenzaron a indagar en el imperio levantado por los Galán confirmaron que José Luis T. F., quien antaño fuera mozo de espadas de Juan Pedro Galán, dirigía en los papeles un emporio de la noche que no es suyo. Éste fue uno de los argumentos que les llevó a arrestarlo.

Preocupado por Isabel

El juez del nº 5 de Chiclana interrogó a Juan Galán sobre esta extraña organización empresarial, en la que sus hijos gestionan el día a día de los locales pero en cambio no aparecen al frente de las sociedades de explotación. Según confirmaron fuentes de la defensa del empresario jerezano, éste respondió al instructor apelando a su situación personal. Juan Galán no está casado con su pareja María Isabel Aguilar y argumentó que quería garantizarle su futuro en caso de fallecer. Para ello, eligió como administrador de sus sociedades a «una persona de su total confianza» que no la dejaría desprotegida si él faltaba. Ésa fue la razón que dio para aclarar por qué nadie de su familia consta en los papeles como responsables de las empresas.

La mujer de José Luis T. R. acudió el martes a la concentración que los trabajadores de los clubes organizaron en la puerta de La Hacienda para reclamar la reapertura de los negocios. Explicó que su marido lleva muchos años con los Galán a los que considera como parte de su familia.