Brown y Zapatero departen en Downing Street. :: AP
ESPAÑA

Brown y Zapatero presumen de buenas relaciones

LONDRES. Actualizado: Guardar
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Tony Blair recibió a José Luis Rodríguez Zapatero el 27 de julio de 2005. El ex primer ministro británico mantuvo una excelente relación con José María Aznar, recibió a Mariano Rajoy antes de la campaña electoral española, José Bono llamó «gilipollas» a su correligionario laborista y el nuevo presidente español había retirado las tropas de Irak. Tras una reunión en la que hablaron de la colaboración en Afganistán y en la Unión Europea, Blair y Zapatero ofrecieron una en ocasiones tensa conferencia de prensa en una sala muy pequeña de Downing Street. Cuando el nuevo presidente español abandonó la residencia de su colega, Blair se volvió a sus ayudantes y abrió los brazos en un gesto de resignación y cansancio; no había nada que hacer. Ayer, Rodríguez Zapatero repitió visita a Downing Street con el mismo rango. Gordon Brown le invitó a tomar un café antes de dirigirse juntos a la Conferencia de Gobernanza Progresista, que patrocinan los laboristas. Allí, el presidente español destacó ante los asistentes su admiración por Brown, al que describió como el gran líder mundial en la crisis de otoño de 2008. «Pero mi aprecio y afecto por Gordon Brown no es por sus capacidades», dijo Zapatero. «Es un líder cabal, una buen amigo y una buena persona, que valora más el trabajo duro que el éxito fotográfico».

Caminaron después juntos a Downing Street y, tras media hora de encuentro, comparecieron ante la prensa, en la gran sala en la que el primer ministro británico responde cada mes a los medios británicos. Brown dio la bienvenida al 'president' Zapatero. Y en castellano le llamó: «mi amigo». Repasaron las áreas de entendimiento, el despliegue en Afganistán, la colaboración en el G-20 -Brown habría sido el gran valedor de la presencia española en ese organismo, según Zapatero- y la política general ante la crisis.

Ambos subrayaron su acuerdo en que no se debe retirar de manera prematura el estímulo fiscal de los gobiernos para que, en palabras del británico, haya en 2010 crecimiento y se evite una nueva caída en la recesión. Presentaron también un plan de cuatro puntos para coordinar políticas contras el desempleo juvenil, que incluye celebrar una cumbre económica este verano, cuando Brown puede haber dejado Downing Street.

Zapatero concluyó su visita diciendo que, en su opinión, «las relaciones entre un Gobierno británico y uno español nunca han sido mejores en la historia».