RELIGIÓN

«Los católicos estamos con el Papa, sea quien sea el Papa», dice Martínez Camino

El portavoz de los obispos dice que una mujer puede, al menos formalmente, sucederle

MADRID Actualizado: Guardar
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"Los católicos estamos con el Papa, sea quien sea el Papa", ha asegurado el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino. El representante de la jerarquía católica ha zanjado de este modo los comentarios sobre la diferencias de estilo entre el Papa Francisco y la Conferencia Episcopal Española. Se refería también a la última entrevista concedida por Jorge Mario Bergoglio, en la que arremetía contra la corte del Vaticano, la “lepra del papado”.

Pese a que ha dicho que los católicos no pronuncian juicios adulatorios ni condenatorios del Pontífice, Martínez Camino ha alegado que Bergoglio llega con “fama de santo”. “Estamos con él y rezamos con él”, apostilló. El portavoz de los prelados ha destacado que todos los papas de los siglos XX y XXI son grandes personalidades, incluido el pontífice argentino. Camino ha hecho hincapié en la obediencia y lealtad que deben los católicos al Papa, porque es el “sucesor de Pedro, el vicario de Cristo y la cabeza del colegio episcopal”.

En otro orden de cosas, la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal ha abordado el proceso de sustitución de Martínez Camino como secretario general, quien ya ha cumplido dos mandatos consecutivos en el cargo y no puede optar, de acuerdo con los estatutos, por un tercero. Con relación a su posible sucesor, que se nombrará en noviembre, Camino reconoció que, al menos formalmente, "una mujer sí que puede ocupar el cargo de secretario general, y de hecho las hay", por ejemplo en Escandinavia. "No tiene que ser un obispo, puede ser un sacerdote, es un cargo que no va ligado al ministerio necesariamente. Pero en principio no habría problema", apostilló.

Los obispos siguen estando descontentos con la actual redacción de ley que reformará el sistema educativo, la Lomce. Aunque aprecian una mejora sustancial con respecto a la anterior norma, creen que en los actuales términos se vulneran los acuerdos Iglesia-Estado, que tienen rango de ley y son de obligado cumplimiento por el ordenamiento jurídico español. El malestar de la jerarquía eclesiástica se refiere a la regulación de la clase de moral católica en el Bachillerato. Martínez Camino aseguró que la asignatura de Religión, en la etapa Bachillerato, es una materia más entre 14 materias optativas, de suerte que el centro escolar solo está obligado a ofertar tres o cuatro. Para Martínez Camino, es imprescindible, y lo contrario es incumplir los acuerdos, que la catequesis sea de “oferta obligatoria por los centros y voluntaria para los alumnos”.

El portavoz insistió en su propuesta de que los padres que optan por la clase de religión no tengan que renovar “año tras año” esta decisión. Lo deseable, a su parecer, es que una sola matriculación sirva para inscribir al alumno en cursos sucesivos si no hay una orden expresa que revoque la elección. El actual procedimiento es complejo y burocratiza el proceso, según la Conferencia Episcopal.

Al hacer repaso de estos diez años como dirigente del Episcopado, Martínez Caminó evocó la elevación a los altares de un millar de “mártires de la fe”, personas que encontraron la muerte en la II República y la Guerra Civil por no abdicar de sus creencias. Dentro de unos días, se hará en Tarragona una beatificación de 522 mártires.