TRAGEDIA EN HALLOWEEN

Juicio por el Madrid Arena: «Vendieron entradas a menores en los colegios»

Declaran ante el juez dos amigas de una de las víctimas de la fiesta, Belén Langdon, fallecida dos días después del siniestro

MADRID Actualizado: Guardar
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Belén S., amiga de Belén Langdon, que murió en la tragedia del Madrid Arena, ha relatado ante el juez la angustia vivida en el pabellón y ha revelado que la empresa organizadora vendió hasta 180 entradas en su colegio a menores como ella y la víctima, a través de otro niño que hacía de relaciones. Durante una hora y media la menor, que tenía 16 años la madrugada del 1 de noviembre, ha declarado en calidad de testigo ante el juez del caso, Eduardo López Palop, a quien ha explicado los momentos vividos en el túnel donde se produjo la avalancha humana.

"Iba de la mano de Belén y cayeron al suelo. Cuando se intentaron levantar les cayeron 6 ó 7 personas (...) Había gritos terribles, pidiendo socorro", ha asegurado Abdón Núñez, el abogado de la familia de Belén Langdon quien ha explicado que la menor le ha dicho al juez: "Nos estábamos muriendo. No podíamos respirar".

Fue en ese momento, según el relato "terrorífico" de la joven, que ha trasladado el abogado a los medios de comunicación, cuando Belén S. "clavó las uñas a un niño que tenía encima para ver si reaccionaba y le hacía hueco para ver si podía salir". Instantes después, perdió la consciencia -tenía el brazo roto y la pierna "machacada"- hasta que otro joven la cogió en brazos y la llevó hasta un baño donde, ya consciente, se encontró con otras 50 chicas en la misma situación que ella "sin que nadie les prestara el más mínimo interés ni auxilio".

Puertas cerradas

La testigo también ha revelado hoy la ausencia de controles a la entrada y, según el abogado, ha quedado acreditado que Diviertt, los organizadores de la fiesta, actuaron de manera "absolutamente calculada, premeditada y estudiada", ya que vendieron entradas en colegios. Sólo en el de la testigo, según ha relatado ante el juez, vendieron a 180 menores como ella, por lo que esa noche no podía haber ningún control ya que, de haberlo habido, muchos jóvenes se hubiera quedado fuera. "Se vendieron entradas en muchos colegios", ha dicho el abogado que ha explicado que fue un menor el que vendió el pase a la testigo y su amiga y que este chico ejercía de relaciones públicas de Diviertt, una misión por la que obtenía invitaciones a la fiesta.

Los menores entraban "como Pedro por su casa", ha declarado Núñez, quien ha señalado que la testigo ha acreditado que se cerraron las "únicas" puertas que comunicaban el vomitorio con la pista central, lo que provocó que los que querían ir a la pista diesen la vuelta buscando otra salida, lo que provocó que cayeran y se produjera el tapón.

Tras escuchar el testimonio de la menor, que el abogado ha calificado de "muy esclarecedor" el juez ha citado también como testigo a Carmen R., otra amiga de Belén Langdon que desde las 12.30 horas declara en el juzgado de instrucción número 51 de Madrid.