Caballo ganador

No fue necesario emplear mucho la fusta. Contra todo pronóstico y echando a perder casi todas las apuestas, un caballo regaló una victoria épica e inesperada en el hipódromo a su entrenador. Lástima que este no la pudiera saborear. Horas antes de que el equino cruzara la meta, el preparador moría. El Hipódromo de la Zarzuela en Madrid tuvo la pasada tarde del domingo un instante mágico. Se celebraba el Gran Premio de Madrid, la etapa más importante de la competición que se celebra desde 1919. Se repartían 85.000 euros entre los ganadores. El primer puesto se llevaba 50.000 y dejaría su nombre grabado en letras de otro. El veterano ‘Entre copas’ tenía todas las opciones de ganar. Pero entre todos los caballos había uno que helaría la sangre de todos los espectadores del hipódromo y haría historia.

Su nombre es 'Achtung' y pertenece a la cuadra Enalto. Llegó el domingo al hipódromo con pocas expectativas de ganar. Era un caballo joven que nadie imaginaba lo que iba a hacer unas horas más tarde. De hecho, los números en las apuestas lo situaban entre los últimos puestos. Solo una persona creía en él. Su entrenador. Roberto López, de 42 años, que perdía la vida unas horas antes de la carrera a causa de una leucemia contra la que llevaba luchando desde hace año y medio. López confiaba en este caballo y lo preparó a conciencia, estudiando cada centímetro del circuito.

Todo transcurría como se había pronosticado, pero entonces algo sucedió. En los últimos 500 metros la formación se rompió para esprintar hacia la meta y ‘Achtung’ logró hacerse un hueco por el centro del pelotón, adelantando a la gran mayoría de participantes. Los últimos 200 metros fueron una lucha sin cuartel entre 'Achtung' y el claro favorito, 'Entre copas'. El público estaba de pie, emocionado y eufórico viendo el final de esta carrera y sabiendo la terrible historia de Roberto López. A escasos metros de la línea de meta y, como si una mano invisible lo empujara, ‘Achtung’ sacaba medio cuerpo de ventaja al segundo puesto y se declaraba ganador de la 78º edición del Gran Premio de Madrid.

El hipódromo entero prorrumpió en un emotivo aplauso dirigido a un 'jockey' que no podía reprimir las lagrimas de emoción. Todo un homenaje al jinete Marino Gómez y a un caballo que había ofrendado el mejor homenaje a su entrenador.