Fútbol

El futuro del Barça

Los fichajes apuntan a Neymar y un defensa central aunque por primera vez ningún canterano aspira a competir por un puesto con los más asentados

MADRID Actualizado: Guardar
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«Quizás hemos llegado un poco justos a esta fase de la temporada y ahora hay que intentar finiquitar la Liga cuanto antes y pensar en las decisiones que haya que tomar para la próxima temporada», descerrajó Gerard Piqué un instante después de apearse el Barcelona de la Liga de Campeones. Las palabras del central resonaron en Can Barça, donde sonaron a cambios y revolución en plena inercia del tren de la 'Champions'.

Un hombre de confianza, uno de los de dentro, parecía cuestionar el planteamiento de éxito que había elevado al club a leyenda en el mundo del fútbol. Entonces los fichajes, el recurso para elevar el optimismo de los aficionados cada verano, asomaron la cabeza. El viaje por Europa había sentado mal a los cimientos del Barça y Tito Vilanova surgió con autoridad: «Este equipo no necesita grandes cambios». Incluso el técnico se atrevió a frenar los pies de la ilusión: «Las cosas a veces hay que pensarlas bien. Debemos pensar que tenemos una gran plantilla, una base muy importante y jugadores muy jóvenes. Se reforzará como se iba a hacer hace dos meses».

Aunque las palabras de Vilanova detuvieron la escalada de teorías sobre incorporaciones, la necesidad de refuerzos se antoja imprescindible para el proyecto azulgrana. La primera decisión orbitará en torno al nombre de Víctor Valdés. El portero anunció que abandonaría del Barça al concluir su contrato que acaba en el verano de 2014 y el club deberá elegir entre su venta inmediata o su permanencia un año más en la plantilla. Para ello deberán ponerse de acuerdo el entrenador, el director deportivo Andoni Zubizarreta y el presidente Sandro Rosell. Su ascendente en el vestuario, su rol clave en el estilo de juego y la dificultad de hallar un relevo adecuado se enfrentan al sentido de inmediatez y proyecto a largo plazo al que le tiembla el primer paso.

Además, los principales encargados de la parcela deportiva deberán conciliar sus intereses y gustos para las entradas y salidas del equipo. En el plano de los fichajes, el más señalado es el brasileño Neymar, un delantero de 21 años con desmarque, regate, velocidad y esbozos de jugador espectacular pero con una reputación más complicada que la de Ronaldinho. En defensa, el central del Borussia de Dortmund Mats Hummels y el del París Saint-Germain Thiago Silva se sitúan en las primeras posiciones de la lista de futuribles. El primero cuenta con la tarjeta de presentación del equipo revelación europeo y de su puesto clave en la selección alemana, aunque a Tito Vilanova no parece convencerle por no adaptarse al estilo de juego que pretende prorrogar. En el caso del brasileño, las negociaciones con el club francés podrían elevar su caché y el de su traspaso hasta el punto de complicar el ingreso en el Barcelona. No obstante, el club azulgrana parece obligado a buscar nuevas soluciones para una posición en la que han sufrido para cubrir las continuas lesiones de Puyol y los problemas de irregularidad de Piqué.

Sin embargo, lo más llamativo del nuevo proyecto azulgrana es la escasa cantidad de canteranos que se podrían incorporar respecto a otras temporadas. De hecho, lejos de la llamativa llegada de Guardiola, el peso específico de los jóvenes ha descendido con Vilanova. En los momentos clave el entrenador eligió a Song o Adriano, mientras que Alves apenas descansó. Hubo pocos huecos para el antes ilusionante Montoya o para el único central formado por completo en La Masia: Bartra. En esa dirección se anuncia que la próxima campaña contará con Sergi Roberto en el primer equipo, pero Tello y Cuenca meditarán marcharse a otros clubes para disfrutar de más tiempo sobre el césped como titulares de equipos con aspiraciones. No se atisban más 'Pedritos' o 'Busquets' en un tiempo.

Con todo, el precedente de Vilanova apunta a escasas incorporaciones. Si en el verano de 2012 únicamente llegaron a Barcelona Alex Song y Jordi Alba, las posibilidades de renovación parecen apuntar en la misma dirección. De hecho, la principal tarea de la secretaría deportiva apunta a cambios de piezas para un engranaje ordenado y diseñado desde sus cimientos por un técnico que durante su primera temporada se ha visto distanciado de las tareas diarias por su enfermedad. Así, aparece como uno de los principales retos y refuerzos del nuevo Barça la participación plena de Vilanova en la confección del equipo y la dirección en el campo de sus ideas. Será entonces cuando el gerundés podrá tomar las decisiones que reclama Piqué y que el técnico podrá indicar en primera persona.