Un cliente solicita información sobre un crédito. / Archivo
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La financiación al consumo se desploma casi un 40% desde el comienzo de la crisis

En 2012 bajó un 5,5%, mientras el montante vivo en este tipo de crédito cayó un 8% por la tendencia de los hogares a desendeudarse

MADRID Actualizado: Guardar
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Si sumamos las mayores trabas al acceso a la financiación (tipos de interés más altos y exigencia de garantías más fuertes, entre otros condicionantes), combinadas con un mayor temor por parte de los hogares a que las deudas les devoren, el resultado es claro: la financiación al consumo desciende…, para ser exactos se ha desplomado hasta un 38,8% desde 2008. Cinco años consecutivos de caídas -la última subida en este tipo de operaciones, del 13,1%, se registró en 2007- han pasado una gravosa factura a un sector que cada vez mueve menos capital -los 36.758 millones de euros en nuevos créditos concedidos en 2007 superan en más de 16.500 millones la cifra del año pasado-, cuenta con menos empresas -han pasado de más de 75 a apenas 60- y tiene unos tipos de interés medios altos (en torno al 9%) en relación al precio actual del dinero en la zona euro (0,75%).

No solo eso. El montante vivo en este tipo de financiación se ha desplomado un 39,6% el último lustro por la mayor cautela que han ido teniendo los hogares a la hora de financiar sus compras, al pasar de 38.868 millones en 2008 a los 23.454 millones que todavía estaban activos al cierre de 2012. “Cada vez más, las familias tratan de tirar de ahorros antes que endeudarse”, explicaba este martes el presidente de la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito (ASNEF), durante la presentación de los últimos datos del sector. No obstante, negó que esta tendencia tenga que ver con la posibilidad de que en caso de un supuesto rescate a España se aplicara una quita a los depósitos bancarios, como ha ocurrido en Chipre. “Es cierto que la gente ve lo que ha ocurrido y puede temer por su dinero, pero creo que el descenso en el crédito se debe más a un ejercicio de responsabilidad”, apuntó.

Precisamente las cifras de 2012 no hacen más que confirmar el mal momento de un tipo de actividad que refleja fielmente la marcha de la economía a pie de calle y, por lo tanto, está muy influenciada por el fuerte aumento del paro. Así, la inversión nueva en las operaciones de crédito al consumo cayó un 5,5% hasta los 20.160 millones de euros, de los cuales una cuarta parte (5.872 millones) correspondieron al sector de la automoción, donde el descenso llegó al 7,8%. En este último ámbito se firmaron 473.487 contratos el pasado ejercicio (19.000 menos que en 2011), con un importe medio de 12.400 euros. No obstante, dado que la venta de automóviles acusó menos la crisis en sus primeros años por la pervivencia de los planes de renovación del parqué financiados con dinero público su descenso acumulado desde 2008 es solo del 5,8%.

No obstante, el peso de los créditos destinados a la compra de automóviles dentro de la inversión viva es mayoritario, hasta el punto de que dos de cada tres euros de financiación tienen dicho destino. Respecto a la morosidad, el año pasado se redujo más de medio punto en ese ámbito hasta el 11,7%, mientras se mantuvo casi sin cambios en los préstamos al consumo en general (14,4%). Por comunidades autónomas, Madrid, Andalucía y Cataluña concentraron, por este orden, el 61% de las operaciones en un sector donde casi la mitad de las operaciones en vigor (47%) están controladas por cuatro grandes grupos: la financiera del Santander, el Grupo Finanzia, el banco Cetelem y El Corte Inglés, que firmó tres de cada 10 operaciones de este tipo registradas durante 2012.