Rafa Nadal celebra un punto ante Harrison. / Afp
master 1000 | indian wells

Nadal también sabe ganar en cemento

El tenista balear volvió a la pista rápida con dificultades y lejos de su mejor versión pero con una victoria ante el estadounidense Harrison por 7-6(3) y 6-2

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

A la espera de volver a ver el Rafa Nadal de las grandes citas, hay que conformarse con su versión descafeinada y dubitativa sobre cemento. De momento, claro. Como ha demostrado en la gira sobre tierra batida, es una mera cuestión de tiempo que siga evolucionando y poder ver así su mejor versión. Aun así, el objetivo está cumplido. Porque un errático Nadal –hizo solamente en la primera manga 19 errores no forzados- fue suficiente para ganar a Harrison por 7-6(3) y 6-2 en su primer partido en Indian Wells.

Había ganas de ver su regreso a esta superficie. Tras prácticamente un año desde que se retirase en semifinales del Masters 1.000 de Miami, se había creado una gran expectación por ver cómo sería su adaptación. Y por lo visto en el primer Masters 1.000 del año, el margen de mejora es amplio. Eso sí, lo positivo es que esa bestia competitiva que ha ganado once títulos de ‘Grand Slam’ y que ha estado cautiva durante demasiado tiempo no ha olvidado cómo se gana en pista rápida. Las impresiones obviamente no fueron las soñadas, pero en el tenis, tras un parón de más de siete meses, no hay milagros.

En una jornada en la que ya se la había pegado Ferrer, la duda era ver si aparecía el Nadal demoledor de la final de Acapulco o el errático de Viña del Mar. Y lo cierto es que en la primera manga aparecieron ambas versiones. Al comienzo el de Manacor dio la impresión de no estar por la labor de entretenerse. Cómodo con su derecha y servicio, y necesitado de buenas sensaciones, el inicio fue bueno. Harrison empezó jugándosela a un cara o cruz que le dio pocos réditos. Tan pronto podía, subía a la red. Y visto que jugando a tumba abierta el resultado fue ponerse 4-1 en contra, cambió.

A raíz de ese ajuste, el estadounidense vio brotes verdes. Aprovechó que al español le tembló el pulso para presionarle y llevar el partido a la muerte súbita. Pero es difícil encontrar alguna apuesta más clara que apostar por Nadal en un momento clave del partido. Da igual cómo llegue en el encuentro o el tiempo que haya estado sin jugar en cemento.

Ya en la segunda manga, el balear dominó algo más desde la línea de fondo. Siguió fallando más de la cuenta con su derecha, con la que le costaba cerrar los puntos; extrañamente cometió errores que no solía hacer, como esas cinco doble faltas, pero entre que Nadal a medio gas es mucho Nadal y que a Harrison le vino grande la central de Indian Wells, el guion se cumplió. Triunfo del español y pase a tercera ronda, donde se medirá con el argentino Leo Mayer.