Los Amaya suben de nuevo a las tablas la rumba catalana

Carmen Amaya ya lo vaticinó en su momento. "Ustedes serán artistas, confíen siempre en su arte, en sus letras y en su música, lo demás viene por supuesto". Las palabras de la afamada bailaora y cantante, mito del flamenco y revolucionaria en el baile y en las formas -fue la primera artista flamenca que bailó con pantalones- iban dirigidas a los hermanos José y Delfín, 'Los Amaya', el dúo que años después se convertiría en el máximo exponente de la denominada rumba catalana que triunfaba a finales de los años 60. Y es que Amaya fue visionaria para lo suyo y para lo de los demás. Y no se equivocaba. A principios de los años 70 saltaron a la fama con su versión de 'Caramelos' y no dejaron de enlazar discos hasta casi dos décadas después, cuando llegaron al cénit con su aparición en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992, la experiencia "más emocionante" de su carrera. "Y también volver ahora, porque la aceptación del público ha sido maravillosa y nos sentimos orgullosos", explican.

Y es que el dúo ha decidido salir de su letargo y volverse a ganar el cariño del público, "que para eso somos artistas vocacionales", recuerdan. Para ello, han reeditado los mayores éxitos de su carrera y empastado sus voces con otras como la Rosario, Antonio Carmona, El Arrebato, Macaco y otros tantos, hasta un total de 14 colaboraciones en un disco "de colección". “Juan Sorribas, el que nos grabó 'Caramelos' por primera vez nos dijo: "vamos a grabar señores los éxitos pero con gente conocida que os pueda dar su apoyo". Así fue y aquí estamos, esperando ganarnos a las nuevas generaciones".

La primera prueba los dejó sorprendidos. "Hicimos un concierto hace poco y había 7.000 personas... ¡y eran jóvenes! Se ve que sus padres les han hablado de Los Amaya y han querido investigar", especulan. Pero, ¿qué tienen Los Amaya para enlazar a casi tres generaciones? Ellos lo tienen claro. "Tenemos un sonido y un estilo personal que nadie ha podido imitar; fíjate que han pasado ocho años en los que no hemos hecho nada y no ha habido nadie que haya salido con un sonido como el nuestro", argumentan los hermanos Amaya.

Ha sido desde la distancia desde donde han observado la evolución de una industria musical cuyo modelo hace aguas, aunque no les da miedo. Son conscientes de que "la música no está en su mejor momento" pero tenían "el gusanillo dentro" y había que expresarlo. "Es algo que tiene dentro el artista y si no lo sacas le da algo, así que ahí estamos, esperando hacer cosas interesantes", explican. "Volvemos con mucha madurez y ya se nos han salido los pajaritos de la cabeza, porque cuando eres joven haces muchas tonterías, hay muchas neuras. Ahora lo recibimos todo con mucha madurez porque ya tenemos nuestros años y a la hora de componer componemos mejor, a la hora de cantar sabemos cantar mejor. Por eso creo que todas las generaciones se van a volver a enganchar a Los Amaya".