De la Serna, en la inauguración. / D.M.
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Santander Social Weekend analiza las vías para hacer negocio en las redes sociales

La jornada inaugural del foro sobre social media se centra en la forma de mejorar el comercio y la publicidad, y orientarlos al teléfono móvil

SANTANDER Actualizado: Guardar
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Sebastián Muriel, vicepresidente de Tuenti, abrió este viernes la tanda de conferencias del Santander Social Weekend con una sugerente charla que puso contexto tanto al momento que atraviesan las redes sociales como al propio congreso que ayer arrancó en el hotel Bahía. Muriel, responsable de una red social con 15 millones de usuarios registrados que sostiene una media de 400 millones de conversaciones diarias, se dirigió, además de al público, al resto de ponentes, en su mayoría consultores, analistas, desarrolladores de aplicaciones y asesores de marketing digital. Es decir, a la industria que se ha creado alrededor de la nueva comunicación 2.0 y que explora cómo rentabilizar el fenómeno social media. Y les dio un consejo impepinable: «O ponéis el móvil en el centro o estáis perdidos». Para Muriel, «la web no ha muerto, pero será una pantalla complementaria», porque el usuario se comunica con el mundo cada vez más a través del teléfono, y menos con el ordenador.

Las más de 200 personas presentes asintieron al mandamiento. El móvil capitanea nuestras vidas, y además muta hacia un electrodoméstico cuyo uso principal no es hablar sino para compartir datos. De ahí que todos los negocios que se emprendan alrededor de las redes sociales deban enfocarse al 'smartphone' como soporte dominante. Las propias redes sociales se han tenido que adaptar a él: Tuenti «se ha reinventado desde cero» y reaparece ahora en sendas aplicaciones de Android e IOS pensadas para el móvil. El diseño es más sencillo, se criba mejor la información que le aparece al usuario para dejar solo lo relevante, y se afina la comunicación en tiempo real, según repasó Muriel. Tuenti, de hecho, es la única red del mundo que también funciona como operadora de telefonía.

El comercio electrónico y la publicidad han de adaptarse a un entorno móvil, y por supuesto social. «El 90% de los clientes confían más en la opinión de otros usuarios en las redes sociales que en el mensaje que envía la publicidad tradicional», indicó en su intervención Daniel Marote, director de la agencia Hydra Media Social. Porque las otras cuatro ponencias que se sucedieron ayer en el Santander SW mostraron precisamente estrategias y experiencias para comerciar en Twitter, Facebook , Google+ o Tuenti.

El mensaje común remarcó que las posibilidades son incalculables; las herramientas, asequibles; el mercado, mundial; y la evolución, una incógnita. Aunque algunos pronostican cataclismos: «Según el gurú del marketing Erik Qualman, el 40% de las 500 marcas más importantes del mundo van a desaparecer en los próximos 10 años», citó Marote en su conferencia, titulada 'Apocalipsis 2.0: el juicio final de las marcas'.

Paso a paso

Como Tuenti, todo el mundo ha de reinventarse en la red. «Hay que saber quiénes somos, qué identidad queremos tener, a quién vamos dirigidos y qué queremos ofrecer», resumió Marote.

Pere Rovira, socio-director de Elisa Group en España, explicó cómo podemos saber quiénes somos, o al menos, qué percepción de una empresa o negocio recibe el público al que pretende llegar. Manejando un asunto tan árido como los algoritmos y las estadísticas, Rovira consiguió ser didáctico y condensar las distintas vías para intentar: a) aumentar ingresos, b) reducir costes y c), aumentar la satisfacción del cliente. Todo, mediante la analítica aplicada a las redes sociales.

Rovira recomendó escanearse la actividad propia y hacerlo también con la del vecino: «Siempre os tenéis que comparar porque hay otras marcas compitiendo con vosotros». Y Javier Burón, cofundador y CEO de SocialBro, sabe un rato de eso.

Burón y sus dos socios son un ejemplo de lo amable que puede ser el negocio del social media con quien tiene imaginación, talento y desparpajo. Fascinados por Twitter, empezaron a desarrollar aplicaciones como el followfriday.com. Hasta que un día se hicieron una pregunta lógica: «¿Quiénes son nuestros followers (seguidores) en Twitter?». Buscaron un mecanismo para identificar a las personas y entidades que seguían su cuenta. «Y como no vimos ninguno, nos dijimos: 'Vamos a hacerlo'».

Y lo hicieron. Se llama SocialBro, se usa en más de 70 países, es una herramienta básica para multinacionales y pequeñas empresas, y permite «conocer qué hay detrás de las estadísticas». Además de identificar a los seguidores con detalles sobre su actividad, localización, etcétera, también permite buscar en una comunidad concreta, en el entorno de la competencia, cuidar a los seguidores influyentes.. Un éxito, al que ahora esta start-up intenta sacarle rentabilidad con una versión evolucionada de pago.

SocialBro maneja sus números, como todo quisque en el entorno 2.0. «El 72% de los espectadores jóvenes que acuden a ver un film lo comparten con sus amigos en las redes sociales al salir del cine. Es más, un 8% participa en el debate mientras está viendo la película», dijo Daniel Heale, director Asociado Way To Blue Europa y el quinto conferenciante ayer en el Santander Social Weekend, junto a la directora en España de esta compañía especializada en promocionar títulos cinematográficos. Heale dejó el segundo consejo impepinable del día para cualquier empresa: «Es importante, primero, escuchar. Porque el usuario de las redes sociales está educado, sobre todo, para participar y para opinar»