El Rubin Kazán apaga al Atlético

El Atlético de Madrid ha entrado en una racha negativa difícil de explicar. Después de edificar un grupo con una línea clara y confiada, de presentar una temporada ilusionante y cambiar su imagen de súbitas sorpresas, culminó ante el Rubin Kazán su vuelta a las andadas. Sin el Rayo Vallecano tumbó al segundo de la Liga el pasado fin de semana, en la Liga Europa un equipo en pretemporada le sacó los colores con una triunfo con final rocambolesco que recuerda a tiempos pretéritos en el Vicente Calderón.

Desde el principio los ‘colchoneros’ recibieron un impacto inesperado. Apenas habían transcurrido seis minutos cuando Salomón Rondón probó a Asenjo y el guardameta despejó sin fuerza. Regalado el balón suelto del área, el bullicioso Karadeniz solo debió ajustar el balón al otro lado de la portería para sumar el primer gol.

Un marcador inesperado pero todavía con posibilidades de rectificar. Desafortundamente para los rojiblancos, el resto del primer tiempo tampoco fue mejor. El Rubin Kazán se abonó al juego sencillo y de control mientras el conjunto de Simeone no logró interrumpir su dominio. Naufragaron Tiago y Mario Suárez ante Natcho y Orbaiz y el esférico se movió en tierra de nadie sin que ningún rojiblanco irrumpiera en el suave juego ruso. Con un centro del campo apagado y sin alcanzar a los dos delanteros, las salidas de Simeone provocaron soluciones inesperadas e infructuosas. De hecho, el único en buscar la portería rusa fue Falcao, pero el colombiano debió buscarse las habichuelas lejos del área ante el sistema defensivo establecido por Kurban Berdyev. Pero desde zonas tan lejanas la pólvora del ‘nueve’ resulta de menor calibre.

En la faceta defensiva tampoco se lucieron los rojiblancos. Un error de Cata Díez propició un cara a cara de Rondón con Asenjo que rectificó el defensa argentino al desequilibrar al delantero rival cuando se disponía a disparar. El árbitro no señaló penalti y auxilió al equipo español cuando pocos minutos después expulsó a Sharonov por doble amarilla cuando anteriormente se había mostrado rácano con las tarjetas.

Con un futbolista menos y con el resultado a favor Berdyev mantuvo su discurso en la segunda parte pero con las posiciones más retrasadas. Entonces el Atlético dispuso de mayores facilidades para el control del balón y con todas sus preocupaciones centradas en el ataque. La salida de Koke por Mario Suárez no espabiló a los rojiblancos ni aportó pases peligrosos y Simeone redobló su apuesta con la retirada de un defensa –Cata Díaz- y la incorporación de un centrocampista con llegada –Raúl García-.

Arrebato sin premio

Tardó la respuesta en provocar cambios porque la encerrona a los rusos no surgió efecto. Rodearon los atléticos a sus rivales pero no hallaron ningún resquicio en la zaga liderada por el español César Navas. Solo al final asustó el Atlético, gracias el vigor propio y el cansancio de una plantilla en pretemporada y con un jugador menos durante toda la segunda parte. Un disparo de Arda Turan y un remate del Cebolla Rodríguez al recoger un saque de esquina asustaron a Ryzhikov. Y cuando Falcao recibió el primer balón dentro del área enseñó las garras, pero su disparo tropezó con el larguero.

Pero el destino rojiblanco terminaría con un fundido a negro. Para redondear el mal día se sucedieron los errores graves. Primero Adrián erró la mejor oportunidad del arrebato final al cabecear fuera una de las habituales jugadas de estrategia de Simeone. Tampoco el Cebolla logró colocar el balón dentro de la portería con su disparo a cuatro metros de la red en un barullo final. Dos oportunidades claras y ningún gol.

Estaban predestinados. El tiro en el pie llegó cuando Simeone envió a Asenjo a rematar un saque de esquina en el tiempo añadido. Los rusos despejaron el córner y lógicamente aprovecharon para ejecutar un contragolpe que culminó Orbaiz a puerta vacía ante la carrera desesperada del portero local. Un tanto sintomático de un día en contra para los del Manzanares en una noche que tardarán en olvidar.

Con la derrota, el Atlético rompe su racha de doce triunfos consecutivos en casa y la imagen de fiabilidad que había construido durante los tiempos de Simeone. En la Liga Europa deberán ganar a domicilio por dos goles un partido de vuelta que albergará el césped artificial del Luzhniki de Moscú por ofrecer mejores garantías para las previsibles bajas temperaturas, aunque es probable que los atléticos no se sientan tan fríos como en la noche en que el Rubin Kazán les dejó a oscuras en el Calderón.