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España se transforma para alcanzar las semifinales

Los 'Hispanos' remontaron a Alemania en una extraordinaria segunda mitad, con Aguinagalde y Sierra como protagonistas

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España jugará las semifinales del Mundial. Era el objetivo del equipo de Valero Rivera y con mucho sufrimiento lo logró al vencer a Alemania por 28-24. Los 'Hispanos' hicieron una primera parte para olvidar, impropia de lo que la selección ha venido ofreciendo a lo largo del campeonato. Sin duda alguna los nervios de poder luchar por las medallas atenazó al equipo español. Afortunadamente y gracias al apoyo de un abarrotado pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza, la selección se transformó por completo tras el descanso y dio a Alemania de su propia medicina. Sin necesidad de ayudas arbitrales, España dejó en la cuneta a los germanos. La afrenta de 2007 quedaba zanjada. El próximo viernes, la selección de Valero Rivera jugará las semifinales del Mundial frente a Eslovenia, la revelación del torneo, que derrotó por un ajustado 28-27 a Rusia.

Alemania sorprendió más a España de lo que España pretendía sorprender a los germanos. Sin duda, Martin Heuberger había tomado buena nota de la necesidad de España de hacer cambios en el balance y desde el primer minuto aprovechó esta circunstancia para imponer el ritmo del partido. España comenzó muy débil en defensa y así se mantuvo durante los primeros treinta minutos. El 5-1 de los de Valero Rivera evidenció que los germanos se atascan cuando no pueden circular el balón en la primera línea, pero también que habían encontrado la solución en los pases al pivote. Y España ahí estuvo a uvas. Cuando peor lo tenían los germanos, siempre aparecía un pase al pivote que dejaba en evidencia la concentración e intensidad de la defensa española.

Con todo, España no perdía para nada la cara al encuentro aunque las exclusiones, especialmente las dos de Alberto Entrerríos por faltas sober Weinhold, dejaron a los 'Hispanos' sin ideas en ataque. Dani Sarmiento no ofrecía la velocidad en las circulaciones que una defensa tan compacta como la germana necesita para desequilibrarla. Así, en estos primeros minutos, solo la eficacia de Víctor Tomás, con cinco goles en los primeros quince minutos, mantenía el marcador (8-7). Tampoco la portería española con Sterbik ofrecía rendimiento y el cambio de Sierra permitió al conjunto de Valero Rivera conservar intactas sus opciones en un partido que comenzaba a ser más complicado de lo que en principio se presumía. Y es que España no funcionaba en defensa y se veía superada por la zaga germana en ataque. Los cambios de Antonio García, Montoro y Ruesga no ofrecieron absolutamente nada positivo y durante casi diez minutos, la selección se estrelló una y otra vez contra el muro germano y contra Heinevetter.

La igualdad que se mantuvo durante el primer período se resolvió a favor de los germanos en los últimos minutos merced precisamente a su eficacia en los contragolpes, o en los ataques en segunda oleada, cuando la defensa española no acababa de centrarse y los errores en los marcajes eran continuos debido a la velocidad en el movimiento del balón y a los desdoblamientos. En los últimos diez minutos, los germanos jugaron como se esperaba que lo hiciera la selección de Rivera y ello les permitió marcharse al descanso con un 12-14. A España le faltaba intensidad defensiva especialmente en el 5-1, con el que los germanos encontraban mayores dificultades, pero también una mayor coordinación en ataque, donde solamente Víctor Tomás y las acciones de Entrerríos llevaban el balón a la red.

Fulgurantes

Y comenzó la segunda parte con la peculiaridad de que los alemanes tan solo contaban con cuatro hombres sobre la cancha, debido a la exclusión en el último instante de la primera mitad de Strobel. España necesitaba una pizca de confianza, de seguridad en si misma, en sus posibilidades y la encontró en esa superioridad y en esos primeros minutos fulgurantes. En cinco minutos, los 'Hispanos' dieron la vuelta total al marcador. Del 12-14 del descanso al 17-15. Ahí comenzó a fraguarse el triunfo local.

La defensa española comenzó a mostrar las bondades de las que ha hecho gala todo el torneo. Ayudas, bloqueos, intensidad y un último cartucho, el portero José Manuel Sierra, que se erigió en uno de los protagonistas del choque con sus paradas. Y es que si la defensa funciona, el portero se convierte en un apéndice imprescindible y fundamental. Los alemanes intentaron explotar las dos exclusiones de Entrerríos y su pivote se aprovechó de ello en un par de ocasiones, pero enseguida los cambios y las ayudas cerraron todos los huecos. Ya no había lugar para los pases a la línea de seis metros y solo Christofersen continuaba machacando la portería hispana desde fuera.

El dominio en el marcador, en choques tan intensos y tan igualados, suele ejercer como bálsamo para el equipo que va por delante y como un hierro al rojo vivo para los que van por debajo. Y a los alemanes les afectó. Ya no era tan sencillo lanzar y marcar como en la primera mitad. Ni siquiera en los contragolpes, encontraron facilidades ante un Sierra pletórico. Y ahí comenzó España a cimentar la victoria. El regreso de Alberto Entrerríos a un ataque español un tanto espeso fue como ver el cielo abierto. Aguinagalde, que en la primera mitad tan solo había tenido la oportunidad de anotar un gol, encontró un filón. Aliado con su excompañero asturiano hicieron un auténtico siete a la defensa germana. El dos para dos era imparable. Y además, España supo jugar con especial acierto las exclusiones germanas para obtener las primeras diferencias sustanciales. El técnico germano intentó frenar la avalancha española, pero ya era tarde. El pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza era ya una fiesta que tendrá su continuidad el próximo viernes en el Palau San Jordi, donde España se medirá a Eslovenia en las semifinales del Mundial.