fútbol | copa del rey

El Málaga supera el aviso

Arroyo adelantó a los visitantes pero los andaluces remontaron con suspense | En la ida empataron 1-1

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Con cierto suspense pero con paciencia, perseverancia, buen toque y fe en sus posibilidades, el Málaga puso fin a la aventura de un Eibar que hasta el cuarto de hora final se sintió capaz de hacer otra proeza como la firmada ante el Athletic de y medirse al Barcelona en la antepenúltima ronda.

Pellegrini respiró. Rotó pero tiró de Saviola y mantuvo a Monreal, pródigo en sus internadas por el perfil izquierdo. No se fiaba de un Eibar aparentemente más preocupado de salir del profundo pozo de la Segunda B que de proseguir sus fiestas coperas. El postrero gol de Onyewu en Ipurúa dejaba en ventaja a los andaluces pero bien sabía el chileno que la Copa es traicionera. Lo sufrió con el Madrid ante el Alcorcón y con el Villarreal ante el Poli Ejido. Una tercera debacle sería demasiado para su prestigio.

El ambiente era frío en la Costa del Sol y el duelo comenzó soso. Los locales querían asumir el control desde la posesión, y los de Gaizka Garitano ambicionaban defender bien y buscar el factor sorpresa en alguna acción aislada. Pero la noche la animó Arroyo al poner en ventaja a los azulgrana. Se aprovechó de un doble error del veterano Kameni. El camerunés despejó mal un tiro lejano de Arruabarrena y se mostró lento en su reacción posterior.

Desde la paciencia y el toque, el Málaga creció en la reanudación. Contribuyó el cambio de los dos medios, cumplida la hora de juego. Tardó en marcar pero no se desesperó ante unos armeros cada vez más cerrados. Saviola, listo como pocos en el área, pudo empatar tras un rechace pero lanzó primero al travesaño. Y más tarde voleó fuera. El 'Conejo' participó en la gran jugada con la que su socio Buananotte descerrajó a los vascos. Faltaban solo 17 minutos para el final y el Eibar aún soñaba con otra hazaña. Pero Seba, Portillo y Buonanotte, que se retiró cojo tras firmar el cuarto, el segundo de su cuenta, cercenaron todas sus esperanzas. Sobró la dura entrada de Roldán, expulsado después de solo 11 minutos sobre el césped.