«Quiero hacer una moda que perdure y no se queme»

Todo empezó en una fiesta. A finales de los 80, Teresa Helbig era escaparatista y jugaba a vestir y pintar maniquíes con un aire de locura. Un día, una de sus clientas la invitó a su boda y decidió hacerse un traje muy especial: un vestido con 800 plumas cosidas por su madre, una a una, que dejaron a la novia fascinada. “Mi amiga y su socia de la tienda me animaron a que diseñara una pequeña colección con 11 prendas que se encargarían de vender. Los vestidos se comercializaron muy bien y, desde entonces, no he parado”. Y es que a Teresa no le asustan los riesgos.

Es una diseñadora sagaz, entre el ingenio del pop y el manierismo del art decó, que imprime carácter en todas sus creaciones: verdaderas obras de autor, ultrafemeninas, que combinan las últimas tendencias con técnicas de la alta costura y algún detalle extravagante. Cada temporada, sus colecciones beben de una historia distinta. “Te empapas de lo que ves a tu alrededor y te emociona –dice Helbig–, desde exposiciones de arte hasta iconos de la moda, aunque es un proceso creativo del que van surgiendo distintas ideas.

Hace unos años me fijé en una fotografía de Marisa Berenson con un turbante en la playa y fue el leitmotiv para crear la colección “Once Upon a Time”. También pensamos en las niñas perversas de Aya Takano, que estuvieron expuestas en la Fundación Miró y otras veces han sido las “flappers” de Scott Fitgerald y los clubes de jazz”. (Más información en MujerHoy.com)