La infanta Cristina junto a Iñaki Urdangarin. / Archivo
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¿Puede la infanta Cristina dejar de ser infanta?

La revista Lecturas lleva hoy a los quioscos el deseo de la hija del Rey de desvincularse de la Familia Real

MADRID Actualizado: Guardar
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Desde que estallada es escándalo del 'caso Nóos' y la Casa Real calificara de "no ejemplar" el comportamiento de Iñaki Urdangarin, se han contado con los dedos de una mano los encuentros públicos entre los Reyes, los Príncipes y la infanta Elena con la infanta Cristina. Los duques de Palma son, a todos los efectos, miembros de la Famila Real. Aunque ahora sin agenda. Pues bien, la hija de don Juan Carlos y doña Sofía podría estar planteándose, según lleva hoy la revista Lectura a los quioscos, desvincularse definitivamente de Zarzuela. El motivo, dice el semanario, su cerrada defensa de su marido. Convencida de la inocencia de Urdangarin, la infanta está enamorada y se niega a divorciarse. Solo así, con una ruptura matrimonial, Iñaki Urdangarin podría dejar de ser miembro de la Familia Real, como ocurriera en su día con Jaime de Marichalar.

Asegura la revista que otro motivo de discrepancias entre la infanta y la Familia Real, que se reencontró al completo la semana pasada en el hospital Quirón San José, donde el Rey fue intervenido de la cadera, es la escolta que aún hoy mantienen los duques de Palma. La realidad es que desde que regresaron de Washington, doña Cristina se ha puesto y ha puesto a los suyos en el disparadero. Es rara la semana en la que no ocupa y ocupan páginas de las revistas del corazón. De ahí que, aparte de dejar miembro de la Familia Real, la infanta se esté planteando la idoneidad de enviar a sus cuatro hijos, Juan, Pablo, Miguel e Irene, a estudiar en un internado en Suiza.

¿Pero realmente puede la infanta Cristina dejar de ser infanta? La pregunta fácil respuesta porque nunca antes se había planteado. Sí puede renunciar a sus derechos dinásticos, como en su día hicieron las infantas Pilar y Margarita o, más cercano en el tiempo, la princesa Marta Luisa de Noruega. Su renuncia también apartaría de la línea sucesoria a sus hijos. Más complejo es desprenderse del título de Alteza Real y de infanta de España. La Constitución lo contempla. También el registro de la Familia Real. El hecho de apartarse de la actividad de la Casa Real está comprobado que no tiene mayor complicidad. Es más, desde el 12 de octubre de 2011, la infanta Cristina no volvió a representar a la Corona en ningún acto y, por tanto, no ha recibido asignación alguna del Rey.

De cualquier forma, si lo que persigue la infanta Cristina desprendiéndose de la condición de infanta es el anonimato, difícilmente lo conseguida. Si lo que busca, por contra, es demostrar que su amor por Iñaki Urdangarin está por encima de todo, a estas alturas pocos lo dudan.