Emilio Aragón: «Debuté con mis hermanos en Barcelona, en el 39, con nueve años»

Circo, música, teatro, variedades, literatura…todo ha pasado y ha quedado en Emilio Aragón, 'Miliki', (Carmona, Sevilla, 1929). Alguien que consigue propiciar un viaje en el tiempo a millon es de personas para recordar su infancia merece todo tipo de homenajes. ‘Los payasos de la tele’ son su marca de la casa más conocida, una parte de una biografía y de un currículum de impresión.Ahora, el famoso ‘Miliki’ está centrado en la literatura. Su último libro, ‘Mientras duermen losmurciélagos’–editado por Planeta–, es un viaje hacia la Alemania que está a punto de perder la II Guerra Mundial.

– ¿Cuándo fue la primera vez que le pagaron por algo?

–Cuando debuté en Barcelona con mis hermanos al final de la guerra, en el 39, con nueve años. Me hicieron una peluca y ropa de trabajo y me dieron una propinilla, no recuerdo exactamente de cuánto, pero sí que me hizo realmente muy feliz.

– ¿Qué le enseñaron su padre, Emilio, y sus tíos ‘Pompoff’ y ‘Thedy’?

– Una huella imborrable, fueron mis maestros. Eran un trío, ‘Pompoff ’, ‘Thedy’ y, mi padre, ‘Emig’. Durante la guerra se separaron y quedaron ‘Pompoff ’, ‘Theddy’ e hijos. Nos enseñaron todo a mis hermanos y a mí, incluyendo la música. Siempre hablábamos de la profesión durante las comidas...

– ¿Imaginaba por algún momento que iba a conseguir lo conseguido?

–De niños, cuando nos acostábamos mis hermanos y yo, hablábamos de los teatros donde actuaríamos, de cómo nos aplaudirían, y todo lo que soñábamos se hizo realidad. Incluso diría que más de lo que pude soñar. De Emilín queda todo, porque el niño que somos nos acompaña toda la vida.

– ¿Cómo recuerda las actuaciones de usted y sus hermanos con un genio como Buster Keaton?

– Fueron seis meses inolvidables. Hicimos con él toda una temporada de convenciones en EE UU. Organizábamos barbacoas en la puerta de nuestro hotel…Nos hicimos grandes amigos. Tengo una anécdota muy bonita; un día, en lugar de una barbacoa, nos quiso invitar, junto con su mujer, a cenar unos pollos asados... ¡Nos los sirvió en una vajilla de juguete de niña!

– Y también consiguieron el récord de actuaciones en Tropicana…

– Sí, es cierto.Un récord…¡y muchos recuerdos! El día que terminábamos la temporada –nos habían contratado en México–, salimos a actuar y cuál fue n uest ra sorpresa cuando vemos que en la sala est aban viendo nuestra actuación todos los camareros, cocineros y empleados. Rita Montaner, una de las más grandes artistas cubanas, dijo «ustedes no se van», y tuvimos que actuar hasta el mismo día en que nos marchábamos y vino el famoso Tropicana al completo a despedirnos al aeropuerto.

– La estancia en México, las giras, su vuelta a España en 1973, su trabajo con su hija, Rita Irasema…

–Volvimos a España en el 73 al recibir una oferta de trabajo de TVE. Si mal no recuerdo, fueron 11 años seguidos en TVE. En cuanto a la etapa con mi hija Rita, me dio la oportunidad de trabajar con una compañera estupenda, una gran artista y muy entregada a la profesión.

– ¿Cómo ha administrado su dinero dentro de un mundo tan particular como el artístico?

– Pues al principio, como Correos tenía un departamento de finanzas, teníamos una cartilla y en cada ciudad ibamos ingresando el dinero que ganábamos... Ahora, pues como muchos, en los bancos.

– ¿Cuándo empezó a forjarse el escritor?

– He pasado muchísimos años escribiendo comedia y guion es, y la verdad es que llevaba tiempo dándole vueltas con distintas ideas en la cabeza y con verdaderas ganas de escribir un a novela. Un día ya me senté y empecé a escribir. La primera novela para adultos –porque libros y cuentos infant iles sí que he escrito varios antes– fue ‘La providencia’, y después ha sido ‘Mientras duermen los murciélagos’, la última hasta el momento. Es una novela divertida y tierna, con romance. Estoy francamente feliz y halagado, pues está recibiendo críticas muy buenas, lasmejores que he podido recibir....Ahora estoy retocando tres más que tengo escritas. ¡No hay nada que me guste más que escribir! Todos los libros me representan un poco, porque, lógicamente, utilizas como recursos recuerdos y vivencias propias para luego adaptarlas a las distintas historias.