El rival socialista y millonario de Merkel

El candidato del partido socialdemócrata (SPD) en las legislativas alemanas de septiembre de 2013, Peer Steinbrück, decidió esta semana pasar al ataque cansado de ser objeto de fuertes críticas, tanto desde fuera como de dentro de su partido, por haber cobrado un total de 1,25 millones de euros por su participación en conferencias entre 2009 y 2012, mientras que en ese lapso de tiempo solo compareció cuatro veces ante el pleno del Bundestag. El principal opositor de Merkel publicó en su sitio de Internet la lista detallada de las conferencias en las que participó. También contrató a un experto independiente para que revisara su agenda y reveló los extractos de los ingresos. El objetivo Steinbrück, según sus propias palabras, ha sido “ir más allá de las reglas de transparencia en vigor y dar ejemplo para los otros partidos representados en el Parlamento alemán”.

Sin embargo, no parece que estas ‘sinceras’ revelaciones hayan logrado amainar la tormenta. El ala izquierda del partido, que no acaba de digerir su candidatura, ve incompatible que un dirigente socialista sea un potentado económico con unos ingresos de ese calibre. A sus emolumentos como conferenciante hay que añadir otros sustanciosos ingresos procedentes de los libros que ha publicado y de las dietas por su presencia en los consejos de administración de grandes empresas. Desde su nombramiento como candidato, Steinbrück ha renunciado a sus conferencias pagadas y ha dimitido del consejo de administración del coloso siderúrgico Thyssen-Krupp. También ha esgrimido en su defensa que participó además en más de 200 conferencias gratuitas, sobre todo en colegios, y que una parte de sus ingresos por esta actividad las ha donado a organizaciones caritativas. Sus críticos han reconocido estas acciones, pero también han recordado que la mayoría de las conferencias, retribuidas en torno a los 14.000 euros sin contar unos impuestos que lo dejan en la mitad, fueron pagadas por bancos y grandes empresas alemanas.

Aunque no goce de gran carisma, el aspirante socialdemócrata tiene un verbo fácil y mordaz. Su prestigio tiene su origen en el eficaz trabajo realizado como ministro de Economía en el Gobierno de gran coalición que formaron los cristianodemócratas de la CDU y el SPD de 2005 a 2009. A su destreza se atribuye el haber librado a Alemania de la crisis financiera de 2008 y de evitar un ‘Lehmann Brothers’ germano al impulsar la salvación de la quiebra al banco Hypo Real Estate. Pese a haber ejercido como ministro regional de Hacienda y asumir el Gobierno del land de Renania del Norte-Westfalia, nunca ha ganado unas elecciones como candidato.

Polémicas al margen, Steinbrück no lo tiene nada fácil frente a Merkel que ya ha derrotado a otros dos candidatos socialdemócratas: Schröder en 2005 y Steinmeier en 2009. Un último sondeo publicado el pasado viernes 26 de octubre, aunque no marca una diferencia clara sitúa a la canciller en su índice de aprobación más alto en tres años. El sondeo de Politbarometer para el canal ZDF TV mostró que la CDU-CSU en el poder subió un punto para colocarse en un 39% y un magro 4% de sus aliados liberales del FDP –que se quedarían fuera del Parlamento—frente un 29% del SPD y un 13% de los Verdes. Estos dos últimos con un 42% se quedarían lejos de la mayoría absoluta.