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Dos heridos leves tras el derrumbe de un edificio en Lérida

El Ayuntamiento podría denunciar al propietario que detectó grietas y no dio el correspondiente aviso

LÉRIDA Actualizado: Guardar
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Lo que pudo acabar en tragedia, al final se quedó en un buen susto. Y es que, cuando hacia las 10 de la mañana un edificio de tres plantas de la zona antigua de Lérida se vino abajo, los servicios de emergencias que se desplazaron a la zona se temieron lo peor. Únicamente sufrieron daños dos personas, que quedaron atrapadas entre los escombros y que pudieron ser rescatadas con vida una hora después del accidente.

Una de ellas, una mujer de 29 años y nacionalidad guineana, apenas sufrió heridas leves y antes de la una de la tarde fue dada de alta. El otro, de 45 años y originario de Mali, tuvo que ser ingresado en el hospital, si bien con pronóstico leve. Se da la circunstancia de que este hombre pudo ser rescatado gracias al teléfono móvil, con el que pudo comunicarse con los bomberos mientras permaneció sepultado. Además, otras tres personas tuvieron que ser atendidas por contusiones leves.
Aunque en un principio costó localizar a la decena de vecinos que vivían en el inmueble, cuatro horas después del siniestro, los bomberos descartaron que pudiera haber más gente atrapada entre los cascotes de piedra.

Sobre las causas del hundimiento, fuentes del ayuntamiento de Lleida apuntaron que el pasado fin de semana aparecieron unas grietas en una pared medianera, pero los técnicos contratados por el propietario del inmueble no avisaron al consistorio. Fueron esas grietas, de las que salía polvo a primera hora de la mañana, las que atemorizaron a uno de los comerciantes de los locales del edificio, que alertó por el teléfono automático a los vecinos para que abandonaran sus casas. Su intervención fue decisiva, ya que alguno se salvó de quedar atrapado por cuestión de segundos.

El alcalde de Lleida, Ángel Ros, señaló que el inmueble era revisado periódicamente (el último test fue en marzo), ya que los dos inmuebles colindantes tuvieron que ser derruidos por orden municipal. Ros anunció que podría emprender acciones legales contra el propietario por no cumplir con sus obligaciones en el mantenimiento de la finca.