El placer de estar 'off line'

Si vives pendiente de que en tu lugar de vacaciones haya Wi-Fi quizás hayas caído en lo que los anglosajones llaman FOMO (Fear Of Missing Out) o, lo que es lo mismo, el miedo a perderse algo. Un trastorno que se ha agudizado desde que las redes sociales y los smartphones nos han interconectado hasta el punto de cambiar la forma en que nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás. Un miedo que conecta con el temor profundo y primario a la exclusión del grupo. Si te reconoces, es necesario que aprendas a desconectar para no ser arrastrada por un torbellino que te aleja de tus verdaderos deseos.

Fija unos límites. Entrar en Facebook o Twitter o en los diarios digitales varias veces al día no tiene por qué ser dañino, pero no vivas pendiente de ello. Existe una vida real al margen de los "trending topics". Es cierto que enganchan y hacen perder valiosísimas horas. Si tus hijos están enganchados, negocia con ellos y prémiales cuando estén fuera de internet.

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