Sarah Burton saluda tras un desfile. / Reuters
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El triunfo de Sarah Burton

La carrera de la diseñadora británica ha crecido como la espuma, especialmente desde que viste a Kate Middleton

MADRID Actualizado: Guardar
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Ser elegida para diseñar el traje de novia de la futura reina de Inglaterra fue el espaldarazo definitivo para Sarah Burton (Manchester, 1975). La carrera de esta modista británica no ha parado de crecer en los dos últimos años, especialmente desde que viste a la princesa Kate Middleton. Llegó a la primera división de la moda tras ser designada sucesora del malogrado Alexander McQueen, y desde aquel momento ha encadenado éxito tras éxito: las ventas de la firma han aumentado, ha ganado el Oscar de la moda inglesa y ahora la reina Isabel II la ha coronado con la Orden del Imperio Británico.

Sarah Burton fue un talento precoz de la moda. Cuando estaba cursando sus estudios en el Central Saint Martins College of Art and Design de Londres, uno de sus profesores y amigo de Alexander McQueen la convenció para que acudiera a una entrevista para trabajar en el taller del británico. Burton recuerda, entre risas, que durante aquel encuentro Alexander le preguntó: “¿Usted cree en los ovnis?” Más allá de preguntas sobre ufología, la joven convenció.

Durante cuatro años trabajó como becaria junto al equipo de McQueen, hasta que en el año 2000 –ya graduada- fue nombrada directora creativa de la línea de ropa femenina, además empezaría a actuar como mano derecha de McQueen hasta su muerte en febrero de 2010. Burton reconoce que todo lo que sabe de moda lo aprendió de él. «Si no sabias cómo hacer algo, Alexander te hacía buscar la manera para desenvolverte por ti mismo», explica.


Toque personal

Tras 14 años trabajando junto al maestro McQueen, la diseñadora accedió a tomar las riendas de la firma tras la trágica muerte del británico. Por un momento pensó en dejar el trabajo, aunque finalmente decidió asumir el reto. En estos dos años, Burton ha cosechado elogios de la crítica por sus colecciones, que mezclan la esencia de McQueen con su toque personal. Además, las ventas no se han resentido, al contrario.

Una vez superada la presión por sustituir al inimitable McQueen, el ascenso de Burton ha sido imparable. La revista ‘Time’ Time la incluyó en 2011 en su lista de las 100 personas más influyentes del mundo. En ese mismo año Sarah Burton se alzó con el galardón British Fashion a la mejor diseñadora. Aunque sin duda el trabajo que le ha granjeado más popularidad fue confeccionar el vestido de novia de Kate Middleton. Todo un reto para la diseñadora, que según confesó ella misma fue la «experiencia de su vida». Un éxito que le ha llevado a seguir vistiendo a la princesa en multitud de ocasiones.