Putin y Barroso, en un reunión anteriior./ Archivo
cumbre bilateral

Barroso y Rompuy tomarán hoy el pulso a Putin

Los líderes de la Unión Europea acuden a San Petersburgo a una nueva cumbre con Rusia

CORRESPONSAL EN MOSCÚ Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Aunque en su visita relámpago del viernes a Berlín y a París el presidente ruso, Vládimir Putin, ya tuvo oportunidad de mostrar a Angela Merkel y a François Hollande el tono de lo que va a ser la política exterior de Rusia, los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, esperan obtener más detalles durante la 29 cumbre Rusia-UE que esta tarde comienza en San Petersburgo.

Se trata del primer encuentro a alto nivel que mantiene Putin con la cúpula comunitaria tras su regreso al Kremlin y tanto Van Rompuy como Durao Barroso consideran que es un buen momento para sondear el estado de las relaciones y la disposición de Rusia a cooperar con Europa en multitud de cuestiones bilaterales y de ámbito internacional.

La coyuntura impone dos cuestiones de máxima prioridad: la crisis de la deuda en la Eurozona y la situación en Siria, temas que ambas partes ya han anunciado que figuran en lo más destacado de la agenda. En una entrevista a la agencia rusa Interfax, Van Rompuy afirma que se hablará de posibles medidas coordinadas con Moscú “para hacer frente a la crisis económica y financiera”.

Según el presidente del Consejo Europeo, la UE es el primer socio comercial de Rusia, que absorbe el 50% de toda su exportación, por delante de China (10%) y Ucrania (5%). El país eslavo a su vez constituye para los europeos el socio número tres al adquirir casi el 10% de su comercio exterior. En primer lugar figura Estados Unidos y en segundo China.

El Gobierno ruso, consciente de la estrecha vinculación existente entre Rusia y la UE, insiste sin cesar en su deseo de que la Eurozona logre sortear con éxito las actuales dificultades, pero las propuestas de ayuda que ha planteado hasta ahora, que serían canalizadas a través del FMI, no se han concretado hasta ahora.

Apoyo a Siria

A juzgar por lo que Putin dijo en Berlín y París, Siria se presenta como uno de los puntos de la reunión más conflictivos. El primer mandatario ruso continúa en sus trece apoyando el régimen de Bashar el Asad, bloqueando las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y suministrando armas. Eso sí, Putin asegura que su país no está con ninguna de las dos partes enfrentadas y que las armas que vende a Damasco “no pueden ser utilizadas en una guerra civil”.

De todo esto se tocará durante la cena que esta noche ofrece Putin a sus invitados en el Palacio de Constantino. Ya el lunes, se reunirán ambas delegaciones al completo para entrar de lleno en el temario bilateral. Sobre la mesa está la perspectiva de la eliminación de la exigencia mutua de visados, aunque Van Rompuy ya ha advertido que antes tendrán que cumplirse una serie de requisitos que requerirán tiempo, tal vez años.

Adhesión a la

Parece que también se dilatará la conclusión definitiva del eternamente postergado acuerdo de cooperación estratégica o “acuerdo base”. El anterior, firmado en 1994 para un periodo de diez años, se ha venido renovando automáticamente desde 2004 sin que se logre consensuar el nuevo.

La parte europea ve como algo muy positivo la adhesión definitiva de Rusia a la Organización Mundial de Comercio, que se producirá en agosto, ya que se cree que ello limará las numerosas discrepancias existentes con Moscú en el apartado de energía. En especial el llamado “tercer paquete”, que no es otra cosa que el gaseoducto que transportaría a Europa gas procedente de Azerbaiyán y Turkmenistán. En Rusia no se ve con buenos ojos porque es competencia directa del “South Stream”,

La UE pretende también que Rusia liberalice su sector energético, algo a lo que el Kremlin se resiste con uñas y dientes. Van Rompuy no excluye que las sanciones europeas a Bielorrusia, país miembro de la unión aduanera con Rusia y Kazajstán, dificulte también el diálogo con Putin.

El jefe del Consejo Europeo señala que la situación de derechos humanos en Rusia volverá a ser planteada así como la necesidad de una “modernización” que alcance, no solo al aspecto tecnológico, sino también al Estado de Derecho. La jefa de la Diplomacia europea, Catherine Ashton, y su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, se reunirán por separado para hablar en particular del programa nuclear iraní.