lucha antiterrorista

Interior no reconoce ninguna legitimidad a los verificadores

Fernández Díaz asegura que el Ejecutivo rechaza negociar el desarme de ETA y exige la "disolución incondicional"

BILBAO Actualizado: Guardar
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El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, ha afirmado hoy que el Gobierno no reconoce "ninguna legitimidad" a la denominada Comisión Internacional de Verificación del alto el fuego, que ayer dijo que la banda terrorista ETA le ha transmitido que está "preparada para dialogar".

"Los verificadores han intentado contactar con nosotros pero nosotros no reconocemos ninguna legitimidad a esos verificadores. Con la Guardia Civil y la Policía tenemos suficientes verificadores para comprobar si ETA se disuelve o no", ha subrayado Fernández Díaz en declaraciones a los medios a su llegada al XIII congreso del PP catalán en Barcelona.

El responsable de Interior ha afirmado que para derrotar policialmente a la banda terrorista al Gobierno le "ha bastado y sobrado" con los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, y con ellos mismos "tiene suficiente" para verificar si la organización terrorista se disuelve. "La política del Gobierno en relación con ETA está muy clara, y además ahora la posición viene acompañada por el Congreso, exigimos su disolución incondicional. El Gobierno ni ha negociado, ni negocia, ni negociará jamás con ETA", ha dicho el ministro.

"ETA tiene que dejar de engañar a sus presos, debe decirles la verdad, que es lo que yo acabo de decir", ha añadido Fernández Díaz, que se ha referido también a la situación de los presos de la organización terrorista. En este sentido, ha dejado claro que la política del Gobierno en este asunto es la del cumplimiento de la ley, del Código Penal, del reglamento penitenciario y la de la reinserción individual en el marco de la ley. "Si los presos se desvinculan de ETA y en el marco de la ley, y sólo en este marco, podrán acceder a los beneficios penitenciarios que la ley otorga a los presos", ha dicho.

La Comisión Internacional de Verificación se reunió entre anteayer y ayer en Bilbao con las fuerzas políticas y sociales vascas y también con el consejero de Interior del Gobierno vasco, Rodolfo Ares. Al acabar los encuentros, hizo público un comunicado en el que aseguraba que, mediante contactos directos con ETA, había recibido un mensaje de la organización en el que comunica que está "preparada para dialogar sobre asuntos prácticos relevantes para consolidar el proceso", aunque no detalló cuales. Posteriormente al comunicado, trascendió que los verificadores habían transmitido también una oferta de desarme por parte de ETA, a cambio de "contactos" y una solución para sus presos.

Etarras con capacidad para atentar

Por su parte, el secretario de Estado de Interior, Ignacio Ulloa, cifra en al menos una decena el número de terroristas de ETA que aún tienen capacidad para atentar. Según dice, la banda cuenta todavía con infraestructura en el sur de Francia y "no pierden el tiempo" cambiando de coche cada 15 días y transmitiendo mensajes e incorporando nuevos militantes. Asegura que las fuerzas de seguridad "ven vehículos que se repiten, personas que aparecen y desaparecen y en consecuencia estas son sus conclusiones".

"Sabemos que hay un cierto despliegue de logística considerable, una cierta capacidad de atentar por determinados individuos, entre la decena y la docena, y que hay mucho movimiento", asegura el 'número dos' de Interior en una entrevista concedida a Europa Press en la que, según dice, los terroristas instalados en el sur de Francia "no han estado en ningún momento perdiendo el tiempo y que sigue habiendo unos instrumentos para poder atentar que son armas y explosivos". Insiste Ulloa en que la organización criminal "sigue teniendo una estructura latente en el País Vasco francés" y que "están cambiado de coche cada quince días, cambiando de piso, trasmitiendo mensajes y hay una estructura y se mueve".

Afirma que aún hay terroristas que cruzan la frontera con Francia para incorporarse a las filas de ETA, pero se niega a dar datos al respecto o hacer estimaciones "porque no se puede revelar". Sin embargo explica "hay un seguimiento constante" por parte de las fuerzas de seguridad que "controlan, lógicamente, lo que es el paso a un lado a otro". "Ven vehículos que se repiten, personas que aparecen y desaparecen y en consecuencia están sus conclusiones", detalla.