FÚTBOL | PRIMERA DIVISIÓN

Messi es eterno

Recibe a un Granada que nunca puntuó en el Camp Nou con otro ánimo tras el gol de Cazorla en el Bernabéu

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Aunque Guardiola se empeñe en afirmar que el título de liga es una quimera para el Barça, su equipo lleva ya mes y medio tratando de desmentirle. Empieza a quedar cada vez más claro que bajo las palabras del técnico de Santpedor subyace una estrategia psicológica que intenta presionar al Madrid, el único capaz de ganar o perder el campeonato.

El caso es que a pesar de la falta de fe del míster culé, el FC Barcelona se acostó este martes a cinco puntos del Real Madrid, tras meterle cinco a un Granada, que puso en serios aprietos al Barça, por culpa de las lagunas en la defensa azulgrana.

La goleada frente al Granada supone la décima de la temporada liguera en casa para los azulgrana, de catorce partidos disputados, lo que refrenda el buen nivel que ha exhibido este año el conjunto catalán en su campo. Pero sobre todo, la manita frente a los andaluces pasará a los anales del fútbol, como el día en que Messi superó a César como el máximo goleador de la historia del Barça. Con un nuevo hat-trick espectacular, el de Rosario alcanzó la cifra de 234 goles, lo que le convierte en un mito viviente del barcelonismo. Sólo tiene 24 años y no para de pulverizar récords. Marca además cuando el equipo más le necesita. Y es que a pesar de que el Barça le dio un baño monumental al Granada en la primera parte, en la segunda, y tras dos errores defensivos, que ya empiezan a ser una constante en el cuadro catalán, los granadinos lograron empatar el choque. Todo fue un espejismo, que Messi se encargó de despejar.

Al Barcelona le llegan etapas de alta montaña y Guardiola optó por dar descanso a Mascherano, Iniesta, Fábregas, Pedro y Busquets, titulares el pasado sábado en el Pizjuán. Pensando en el Milán, el de Santpedor se decantó por las rotaciones, frente a un Granada que presentaba a Mainz, Ighalo y Cortés, como principales novedades. Los andaluces saltaron al césped temerosos y en seguida comprobaron por qué. Centró Cuenca, Messi cedió de cabeza al punto de penalti y, viniendo desde atrás, Xavi empaló hasta el fondo de la red. El público aún no se había sentado y el Barça ya ganaba 1-0. Los azulgrana salieron una vez más en tromba e hicieron gala de la buena forma que llevan exhibiendo en los últimos tiempos. Al cuarto de hora, con el golazo histórico de Messi, con el que atrapaba a César, parecía que los blaugranas ponían el broche al partido.

El cuadro catalán mostraba una vez más su mejor versión, pero en la segunda parte agarró una pájara que de poco le complica la vida. Primero a balón parado: Piqué defendió mal y Mainz anotó de cabeza. Y más tarde, Alves metió el pie cuando no debía y derribó a Benítez dentro del área. Penalti y gol del empate. Faltaba media hora y la gente se puso muy nerviosa. Tanto acercarse al Madrid y en dos errores se esfumaban todas las ilusiones. No para Messi, que rescató a su equipo de la empanada general. Controló un pase medido de Alves y le lanzó una vaselina a Julio César. Tello y de nuevo el argentino pusieron el colofón, y Siqueira, la guinda, a una segunda parte rara, y que tuvo más goles que juego. El Granada pudo llevarse un carro, pero en algún momento hasta creyó en puntuar en el Camp Nou.