SALUD Y NUTRICIÓN

S.O.S, necesito un milagro para adelgazar

Dejar de comer durante algunos días o someter al cuerpo a una actividad física a la que no acostumbra es la explosiva combinación que le deja la Navidad a la salud

MADRID Actualizado: Guardar
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“He engordado 3 kilos esta Navidad, mañana mismo me pongo a dieta y me mato en el gimnasio”. ¿Quien no ha escuchado esa frase alguna vez?, es el padre nuestro de todos los eneros y sin duda un motivo de alegría para los dueños de los centros deportivos, que tendrán una avalancha de clientes este mes que con toda seguridad poco a poco irá disminuyendo.

Es la pura realidad, no es que yo sea de hacer predicciones, las cifras lo confirman. Durante el mes de enero se incrementa hasta en un 75% el número de usuarios y la mayoría son personas que llevan una vida sedentaria y que sufren de sobrepeso y obesidad, personas a las que tras comer sin control durante las fiestas les atormenta el arrepentimiento y se lanzan a la actividad física desmesurada.

Los expertos alertan del peligro del ejercicio temporal y descontrolado y señalan la posibilidad de sufrir daño muscular (rabdomiliosis) y ralentizar el desarrollo de los tejidos. Si a ello le sumamos un entrenamiento tan intenso que impida al cuerpo recuperarse como es debido, entonces se incrementa la probabilidad de problemas cardiacos y circulatorios.

Por otro lado, el ejercicio excesivo también afecta a la estabilidad emocional al disminuir la cantidad de endorfinas, lo que produce sensaciones de depresión, agitación y angustia. Conclusión, lo más saludable es cuidar el cuerpo todos los días del año y no sobrepasar su capacidad física.

Mezcla explosiva

Excederse con el ejercicio no sería tan perjudicial si no fuera porque suele ir acompañado de una ‘dieta milagro’, de esas que prometen recuperarse de los excesos navideños en cuestión de tres días. Los endocrinos advierten de que la única dieta eficaz es la hipocalórica que se realiza durante un tiempo prolongado y adaptada al paciente. Prescindir de alguna de las comidas del día o alimentarse a base de fruta y verdura no es una solución, es un maltrato para el organismo ya que el único resultado que se consigue es el de desestabilizar los nutrientes necesarios. Si a eso le sumamos el sobreesfuerzo que el cuerpo realiza para la actividad física (a la que no suele estar acostumbrado) el resultado suele ser fatal: anemias, desmayos, mareos y falta de rendimiento en la vida diaria.

Pero el mayor error se suele cometer al terminar el régimen, ya que el cuerpo pedirá todo aquello de lo que se le ha privado y en consecuencia se ganan kilos más rápido de lo que pierden, es el llamado efecto ‘yo-yo’.

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, clasifica las dietas milagro en tres grandes grupos:

- Hipocalóricas desequilibradas: Dieta “toma la mitad”, Dieta Gourmet, Dieta Cero. Estas provocan un efecto rebote, caracterizado por una rápida ganancia de peso, que se traduce en un aumento de masa grasa y pérdida de masa muscular. Esto se produce cuando el metabolismo se acostumbra a disminución repentina de la ingestión de energía. Estos regímenes suelen ser monótonos y presentan numerosas deficiencias en nutrientes.

- Disociativas: Dieta de Disociada, Régimen de Shelton, Dieta Hollywood, Dieta de Montignac, Antidieta, etc. Se basan en la creencia de que los alimentos engordan si se consumen ‘mal combinados. No limitan la ingestión de comida pretenden impedir su aprovechamiento como fuente de energía con la disociación, de aquí la creencia de que comer hidratos y proteínas a la vez, engorda. Esta teoría carece de fundamento científico y además es realmente complicada porque no existen alimentos que solamente contengan proteínas o hidratos de carbono.

- Excluyentes: Consiste en prescindir de algún nutriente. Estas dietas pueden ser por ejemplo ricas en hidratos de carbono pero sin lípidos y proteínas, como la Dieta Dr. Prittikin y la Dieta del Dr. Haas; o ricas en proteínas pero sin hidratos de carbono: Dieta de Scardale, Dieta de los Astronautas, Dieta de Hollywood y la Dieta de la Proteína Líquida. Las que se consideran más peligrosas son las ricas en grasas, como la de Atkins, o la de Lutz, ya que producen graves alteraciones en el metabolismo.