Escenario de la ceremonia fúnebre. / Ap
corea del norte

Salvas, cañonazos y silencio para el adiós definitivo a Kim Jong-il

La ceremonia de duelo pone fin a un funeral de Estado tras 13 días de luto y supone la proclamación oficial del sucesor de Kim Jong-il

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Tres minutos de silencio han cerrado hoy en Pyongyang los actos funerarios en honor del dictador Kim Jong-il, fallecido el pasado 17 de diciembre, tras el multitudinario memorial organizado en la céntrica plaza Kim Il-sung. Allí se han reunido los príncipales representantes de la élite militar y política del país, presididos por el sucesor, Kim Jong-un, desde una plataforma instalada en la plaza. Antes de los tres minutos, cañones de artillería cercanos a la plaza han disparado 21 salvas de condolencia, tal y como han mostrado las imágenes ofrecidas por la televisión estatal norcoreana KCTV.

KCNA apunta que a mediodía (4.00 horas en España) las fuerzas de seguridad han lanzado salvas y disparado cañones, antes de que todos los norcoreanos guardaran tres minutos de silencio en memoria de Kim Jong-il en Pyongyang y las capitales de provincia. Además, la agencia de noticias ha señalado que, a la misma hora, todos los vehículos y las embarcaciones de Corea del Norte han hecho sonar sus bocinas a la vez para expresar sus condolencias.

El cuerpo del "querido líder", que ayer recorrió las calles de Pyongyang en un cortejo fúnebre, se exhibirá en el palacio de Kumsusan, donde también se expone el de su padre, el "gran líder" Kim Il-sung, que gobernó el país desde su fundación en 1948 hasta morir, también de un ataque al corazón, en 1994.

Kim Jong-un, el nuevo líder

La ceremonia de duelo pone fin a un funeral de Estado tras 13 días de luto y supone la proclamación oficial como sucesor de Kim Jong Un, a quien los medios de comunicación norcoreanos definen ya como "un líder excepcional" y "un gran sol". Por su parte, el presidente de la Asamblea Popular de Corea del Norte, Kim Yong-nam (numero dos del régimen), ya le ha proclamado líder supremo del Partido de los Trabajadores, de las Fuerzas Armadas y del Estado, según informa la agencia de noticias Yonhap. "Fue un gran revolucionario y político", aseguró Kim Yong-nam, jefe del Presidium de la Asamblea Popular Suprema norcoreana, que destacó que el fallecido líder "lideró el avance de nuestra revolución" y a su vez "comprendió la nueva era y los problemas del mundo".

Kim Yong-nam ha explicado a los cientos de miles de norcoreanos que se han congregado en la céntrica plaza capitalina que Kim Jong-un personifica el liderazgo, la personalidad, la ideología y las cualidades, especialmente el valor, de su padre. Así, ha instado a la población a "acoger con gran estima a Kim Jong-un como líder supremo" para "superar las actuales dificultades" y "construir una próspera nación socialista". "Pronto convertiremos la pena en mil veces más fuerza y valor", ha aseverado.

En este contexto, los representantes políticos y militares de Corea del Norte que han asistido a la ceremonia de duelo han jurado lealtad a Kim Jong-un. En concreto, Kim Jong-gak, un alto mando militar, ha prometido que los soldados "protegerán al camarada Kim Jong-un con sus vidas".