TELEVISIÓN

Antena 3 absorbe La Sexta

La compañía liderada por el Grupo Planeta pasa a ser propietaria de ocho canales

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La segunda gran fusión entre televisiones privadas españolas ya es un hecho. Tras casi dos años de tira y afloja, Antena 3 y La Sexta cerraron ayer el pacto por el cual la primera se hace con el control de la segunda.

"Antena 3 y La Sexta han suscrito un acuerdo para la integración de ambas compañías mediante una fusión por absorción de La Sexta por parte de Antena 3, cuyo Consejo de Administración ha aprobado esta tarde (por ayer) la operación", anunciaron ambas compañías anoche en un comunicado conjunto. En el mismo, se especifica que "en función de los acuerdos adoptados, los accionistas de La Sexta recibirán por la cesión de la totalidad de su patrimonio un 7% del capital social del nuevo Grupo Antena 3". A este porcentaje podría sumarse una participación adicional de otro 7%, "escalonada y condicionada al cumplimiento durante el periodo 2012-2016 de un conjunto de objetivos relacionados con los resultados del nuevo Grupo".

Este acuerdo supone un paso más en la reordenación del panorama audiovIsual nacional, iniciado a raíz de la implantación de la Televisión Digital Terrestre en el mapa televisivo español, y que viene a reducir un exceso de demanda que había convertido en inviable económicamente buena parte de los proyectos existentes. Anteriormente, La Sexta ya había mantenido conversaciones con Cuatro para una posible unión entre las dos cadenas, consideradas -tanto por nivel de audiencias como por volumen de negocio- como los dos eslabones más débiles en la oferta televisiva generalista.

Tras el fracaso de esta primera intentona, las continuas pérdidas económicas registradas por La Sexta obligaban a cerrar un acuerdo de fusión urgente para evitar una quiebra que hubiese comprometido de forma casi definitiva el futuro de la cadena.

Los primeros cálculos apuntan a que la absorción supondrá para Antena 3 un desembolso aproximado de 150 millones de euros. En el comunicado de ayer, la compañía liderada por Planeta avanzó su intención de aumentar su capital mediante la emisión de nuevas acciones como medio para sufragar la operación.

Con este acuerdo, la cadena participada de forma mayoritaria por el Grupo Planeta asume la gestión del canal de Mediapro. La entidad resultante gestionará de inicio las propias Antena 3 y La Sexta, además de Nitro, Neox, Nova, La Sexta 2, La Sexta 3 y Gol TV -esta última en régimen de alquiler-.

El pasado mes de noviembre Antena 3 se colocó como la tercera televisión generalista más seguida por los espectadores, con un 12,8% de la audiencia -por detrás de TVE 1 (14,6%) y Tele 5 (14,4%)-. La Sexta ocupó el séptimo lugar con el 5,2%. De momento, el compromiso adquirido entre las dos partes parece no incluir cambios en la programación de La Sexta, que seguiría contando con contenidos de un carácter similar a los actuales sino iguales. Eso sí, siempre en función de la evolución de las audiencias y del balance económico. Queda por ver el destino de los contenidos deportivos que hasta ahora emitía el canal de Mediapro, entre los que destacan la Liga de fútbol o el Mundial de Fórmula 1.

Queja de los anunciantes

La noticia de la unión de estas dos cadenas fue saludada ayer por su principal rival, Mediaset. Según explicó el grupo de mayoría italiana, este acuerdo supone poner punto y final a una situación anómala. "Supondría el fin de un ciclo de distorsión del mercado que, pese a numerosas advertecias en contra, comenzó en 2004 con un aumento de operadores desproporcionado para la medida del sector audiovisual español", aseguró un portavoz de la cadena. "El sector no se sostiene con tantos editores", abundó el consejero delegado de Mediaset, Paolo Vasile.

La principal voz discordante respecto a esta absorción correspondió a la Asociación Española de Anunciantes (AEA). Según este organismo, "agravará la ya deteriorada competencia en el sector, llegándose a poner en manos de dos grupos de comunicación nada menos que el 85,6% de la inversión publicitaria en el medio televisivo, con las nefastas consecuencias que cualquier falta de competencia aporta a un mercado". "Al ser las televisiones en abierto las proveedoras de la mayor oferta para llegar a audiencias masivas, con cobertura casi absoluta, a las que se dirige gran parte de la inversión publicitaria de gran consumo, la posición de dominio que se deriva de la concentración, hace inviable el libre mercado", resalta la AEA.