El expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, llega al Palacio de Justicia de Valencia para ser juzgado por un delito continuado de cohecho pasivo. / Efe
'caso gürtel'

Sin toga y con la baza de la humildad

Francisco Camps y Ricardo Costa han renunciado a utilizar la toga de letrado en el transcurso de la vista por la 'causa de los trajes'

VALENCIA Actualizado: Guardar
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Francisco Camps y Ricardo Costa han renunciado a utilizar la toga de letrado en el transcurso de la vista por la 'causa de los trajes' que hoy se inicia en el Palacio de Justicia valenciano, según confirman fuentes jurídicas. Lo contrario, es decir, aprovechar su condición de abogados con número de colegiado para mimetizarse con el resto de letrados que intervienen en la causa, habría revelado cierta voluntad de esconder su condición de acusados. Los dos exdirigentes populares entienden que esa actitud podría ser mal entendida por los miembros del jurado. Y buena parte de la clave de este juicio radica en la imagen de honorabilidad que uno y otro sean capaces de transmitir a los nueve ciudadanos encargados de decidir sobre su culpabilidad. "La humildad es un factor a exprimir", reconoce un letrado con experiencia en este tipo de procesos. También el recurso a la argumentación 'afectivo-sentimental'.

La presencia a las puertas del Palacio de Justicia de manifestantes contrarios al expresidente popular y al ex secretario general no son en sí un factor negativo, consideran las mismas fuentes. La imagen de respaldo que supuso en 2009 que el presidente de la Generalitat acudiera acompañado de la plana mayor de su partido y de centenares de simpatizantes del PPCV pudo transmitir cierta imagen de prepotencia que en ningún caso debió favorecer al entonces jefe del Consell. Para hoy está convocada alguna concentración en contra de los acusados a las puertas del tribunal, y en el seno del PPCV se da por hecho que, aunque sea de forma espontánea, es muy probable que también acudan simpatizantes populares (los principales dirigentes estarán en la junta directiva en Madrid). "La imagen de soledad frente a la vista judicial, aunque pueda tener una lectura periodística negativa, podría ser positiva desde la óptica de la imagen a transmitir al tribunal", se admite.

Las defensas inician una carrera en la que tratarán a buen seguro de fijar bien los límites de los que se somete a juicio. Algún cargo socialista (el PSPV es acusación popular) sostenía ayer que lo que se juzga desde hoy no es el regalo de unos trajes, sino que ese hecho es la punta del iceberg de un sistema de corrupción generalizada, del que también forman parte la parte de Gürtel relacionada con la financiación irregular del PPCV. Una reflexión que intenta agravar de forma intencionada un proceso -ya de por sí de máxima gravedad- pero limitado, en este juicio, a un supuesto delito de cohecho impropio.