Rosell: «Ha habido directivos financieros codiciosos y avariciosos»

El presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha denunciado hoy la "codicia" y la conducta "escandalosa e inmoral" de algunos directivos de entidades financieras que, pese a hacer un "daño terrible" a sus 'empresas', son recompensados con "cantidades astronómicas".

En presencia del presidente de Bankia, Rodrigo Rato, y durante un desayuno informativo en el Fórum Europa, Rosell, que no se ha referido a ningún caso concreto, ha insistido en la falta de "ética y moral" de algunos de estos directivos que, pese a ser pocos, hacen un "gran daño". "Ha habido directivos codiciosos, avariciosos y desvergonzados", ha criticado Rosell, que ha pedido una ley que controle las indemnizaciones que reciben los directivos de entidades financieras para evitar escándalos como los de los últimos meses.

Por otra parte, Rosell ha advertido de que España se encuentra "en peligro", por lo que ha instado a reconducir rápidamente la situación para evitar males mayores. "O reconducimos la situación o nos vamos a situaciones muy difíciles y complicadas", ha alertado el dirigente empresarial. También ha reconocido que la tarea que tiene por delante el nuevo Gobierno es "tremendamente difícil", y dijo que en primer lugar tendrá que contar la "cruda realidad" y "no hacerse trampas en el solitario". Una vez hecho el diagnóstico, instó a establecer "urgencias" en el "cortísimo y medio plazo".

En su opinión, el camino ya fue trazado por el presidente del Gobierno en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, en el decreto que recortaba el sueldo a los funcionarios y congelaba las pensiones. "Ahora que está de moda meterse todos los días y desde todas las direcciones con Zapatero, yo voy a decir que desde mayo de 2010 fue el impulsor de algunas reformas que más fuera y mucho menos aquí se empiezan a ver como positivas", añadió.

Reforma laboral y de la administración

Concretamente, el presidente de la patronal, que se mostró más moderado en sus propuestas de lo esperado, apuestó por "priorizar" tres cuestiones: los cambios en la regulación del mercado laboral, la reducción del gasto en las administraciones públicas y la mejora de la liquidez de empresas y familias.

En primer lugar, y en presencia del secretario general de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, Rosell apostó por modernizar la regulación laboral, introduciendo "más simplicidad" en la contratación, más "flexibilidad en el día a día de las relaciones laborales" y un coste por despido en la media de la UE.

Por otro lado, Rosell reiteró la necesidad de reducir los empleos públicos y llamó a introducir criterios de competencia en la Administración: "Hay que gestionar el sector público como si fuera una empresa, con incentivos y sin relajación", llegó a decir. Si bien, consideró necesario volver a reformar el sistema de financiación autonómica, preservando idéntica cobertura para todos los ciudadanos en materia de educación, sanidad y servicios sociales. A partir de ahí, abogó por que cada comunidad pueda gestionar sus presupuestos como considere conveniente.

Antes de cerrar este capítulo, Rosell aseguró que "a ciertos niveles de responsabilidad los políticos están mal pagados". "Si queremos a los mejores deberíamos plantearnos seriamente su salario, desde que llegan hasta que se van. Así que menos políticos y mejor pagados", apostilló.