El balón ovalado vuelve a volar sobre la hierba

El balón ovalado ha vuelto a volar sobre la hierba. La temporada de la NFL echó a rodar el jueves en el Lambeau Field con un partido entre los Green Bay Packers y los New Orleans Saints, los dos últimos campeones de la Super Bowl, que se resolvió a favor de los actuales defensores del título por un tanteo de 42-34. Un encuentro vibrante que sirvió para demostrar que Aaron Rodgers, el quarterback del equipo de Wisconsin, no ha perdido el toque que le permitió primero llenar el vacío dejado por la marcha del legendario Brett Favre a los New York Jets en 2008 y ser elegido posteriormente como el jugador más valioso de la final disputada el pasado mes de febrero ante los Pittsburgh Steelers.

Pero si el jueves se vivió el primer episodio de la larga marcha hacia la Super Bowl, es este domingo cuando los incondicionales del fútbol americano llenarán los estadios y asaltarán los bares para gritar enfebrecidos ante las acciones de las estrellas de uno de los deportes con mayor demanda en Estados Unidos. Con la NBA paralizada por el 'lockout', toda la atención se concentra en la NFL. Un arranque que adquiere tintes especiales por lo señalado de la fecha, el 11 de septiembre, justo cuando se conmemora el décimo aniversario de los atentados que cambiaron el mundo y que inocularon en los estadounidenses un sentimiento de vulnerabilidad que no habían experimentado antes.

También la NFL ha sufrido su 'lockout'. El desacuerdo entre los propietarios y los jugadores sobre la renovación del convenio colectivo amenazó el comienzo de la temporada regular. Pero ambas partes acabaron firmando la paz tras cuatro meses y medio de parón y rubricaron un nuevo convenio por diez años que permitió a los equipos volver a concentrarse en armar sus plantillas de cara a una temporada que se presenta apasionante.

Los 'gallos' de la NFC

Los Packers parten como favoritos. Una condición natural dado que son los vigentes campeones, mantienen un bloque cuya solidez quedó patente el año pasado, tienen a uno de los jugadores más determinantes del campeonato -Aaron Rodgers- y han recuperado a dos estiletes en ataque -Ryan Grant y Jermichael Finley- que se perdieron casi toda la campaña de 2010 a causa de sus respectivas lesiones. Los problemas dentro de la NFC Norte podría ocasionárselos los Chicago Bears, que el año pasado ya se situaron por delante de los de Wisconsin dentro de la división pero la inestabilidad de su juego de ataque, combinada con las dudas en la línea defensiva surgidas a raíz de los problemas contractuales con Lance Briggs minan las opciones de los 'Osos'.

Entre los otros 'gallos' de la Conferencia Nacional (NFC), hay que tener muy presente a los Atlanta Falcons, campeones de la División Sur el año pasado, con un poderoso ataque en el que sobresale el quarterback Matt Ryan y que se han reforzado bien en defensa con la llegada de Ray Edwards, procedente de los Vikings. Los New Orlans Saints buscan la gloria alcanzada hace un par de años apoyándose en el quarterback Drew Brees pero necesitan que su equipo de receptores gane en eficacia y algo más de consistencia defensiva. Los Arizona Cardinals han fichado bien, destacando la llegada del quarterback Kevin Kolb procedente de Philadelphia y tratarán de limpiar la mala imagen ofrecida la pasada campaña. Bastante más se espera de los Eagles de Philadelphia, que compiten en una División Este plagada de equipos históricos como los Dallas Cowboys, los New York Giants y los Washington Redskins y que han sido los grandes animadores de la pretemporada conformando un auténtico 'dream team' al incorporar a Vince Young, procedente de los Tennessee Titans, como quarterback suplente de un Michael Vick que ha rubricado un contrato de seis años valorado en 100 millones de dólares y que debería ser una de las grandes estrellas de la temporada si se concentra en lo que mejor sabe hacer, jugar.

Batalla en la AFC

Por lo que respecta a la Conferencia Americana (AFC), la temporada arranca con dos grandes favoritos, los Pittsburgh Steelers y los New England Patriots. Los Steelers buscan la revancha, tras ser derrotados por los Packers en la última Super Bowl, disputada en el Cowboys Stadium de Arlington (Texas) el pasado mes de febrero. Ben Roethlisberger, su quarterback, tratará de conquistar su tercer título de campeón de la Super Bowl, lo que le llevaría al Salón de la Fama. De hacerlo, igualaría a Troy Aikman y Tom Brady. Únicamente Joe Montana y Terry Bradshaw, con cuatro, le superarían. La defensa de los Steelers es probablemente la mejor de toda la NFL con un Troy Polamalu cada vez más temible. Los más capacitados para interponerse en el camino de los Steelers hacia la Super Bowl son los New England Patriots de un Tom Brady que busca su cuarto título de campeón y que es el jugador mejor pagado de la NFL. Con el poderío de la línea ofensiva asegurado, los Patriots se han concentrado en reforzar su defensa, incorporando a hombres como Albert Haynesworth o Shaun Ellis que les aportarán un 'plus' necesario para alcanzar la meta final.

Raro sería que algún otro equipo lograra colarse en la Super Bowl, que este año se disputará en el Lucas Oil Field de Indianápolis, el estadio de los Colts, quienes dependen por completo del buen estado físico de Peyton Manning para contar con opciones. Será entonces cuando las marcas peleen por colarse en uno de los eventos televisivos con mayor audiencia en todo el planeta y en el que los segundos de publicidad se pagan a precio de oro. ¿Quién se llevará finalmente el trofeo Vince Lombardi a casa? Una pregunta para la que habrá respuesta el 5 de febrero de 2012. Hasta entonces, habrá que conformarse con ver pases imposibles, interceptaciones acrobáticas, touchdowns que quedarán registrados en la historia del fútbol americano, animadoras que derrochan sensualidad y barriles de cerveza para calmar la sed de los enfervorizados espectadores. Lo que no está nada mal.