Sarkozy brilla en su día de la victoria
Con su apuesta en Libia, el presidente francés se ha colgado una valiosa medalla de cara a las elecciones del año que viene
CORRESPONSAL EN BRUSELAS Actualizado: Guardar"¿Conseguirá Nicolas Sarkozy una estatua en Trípoli?", se preguntaba hace varios días un especialista de la BBC. Tras la conferencia internacional celebrada ayer en París, el presidente francés tiene más cerca semejante honor. Desde que estalló el conflicto, el líder conservador se puso al frente de la comunidad internacional para lograr el derrocamiento de Muamar Gadafi.
La apuesta no era fácil al principio, pero ha salido airoso. Sarkozy no solo ha reforzado su imagen internacional, sino que las empresas francesas empiezan a frotarse las manos con la reconstrucción de Libia.
El presidente francés fue el primer mandatario mundial en exigir la dimisión de Gadafi a finales de febrero pasado. Apenas unas semanas después, el líder conservador sorprendió a todos sus colegas al reconocer la legitimidad del recién creado Consejo Nacional de Transición. Los siguientes pasos fueron más arriesgados. Pese a la oposición de Alemania y otros países europeos, forjó una alianza militar con Reino Unido para impulsar la intervención en Libia. EE UU se unió a regañadientes y los cazas galos fueron los primeros en atacar a las fuerzas gadafistas.
La misión no ha sido sencilla para los socios franco-británicos, pero Gadafi ha caído finalmente. Sarkozy recordaba el miércoles en una audiencia con los embajadores franceses que la UE no se podía permitir un fiasco como el de Bosnia. Entonces, EE UU lideró las acciones militares ante la parálisis comunitaria. "Hemos demostrado que los europeos podemos intervenir de forma decisiva en un conflicto abierto a nuestras puertas", subrayó.
Con su apuesta en Libia, Nicolas Sarkozy se ha colgado una valiosa medalla de cara a las elecciones presidenciales del año que viene. Además, las empresas francesas ya festejan el arrojo del mandatario. 'Liberation' desvelaba en su edición de ayer un acuerdo secreto con los rebeldes que dejaría en manos de las petroleras galas el 35% del crudo del país por su respaldo incondicional. El Elíseo negó tener constancia del pacto, aunque recordó que los opositores han subrayado en varias ocasiones que se recompensará a los países que más se han implicado en el derrocamiento de Gadafi.
