informe anual

El Banco de España llama a endurecer el control del gasto de las autonomías

Sugiere que los riesgos derivados de la crisis de la deuda pueden causar severos daños a la economía española

MADRID Actualizado: Guardar
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Los riesgos derivados de la crisis de la deuda no pueden ser minusvalorados, porque todavía pueden causar severos daños a países como España, al que los desequilibrios económicos y financieros acumulados en tiempos de bonanza han hecho más vulnerable. Para paliar los recelos de los inversores, y convencerles de que el déficit público se reducirá al ritmo previsto -las autonomías han de rebajar nada menos que 3 puntos de PIB su saldo deficitario este año-, el gobernador del Banco de España, Miguel Fernández Ordóñez, insta al Gobierno a acordar con las comunidades autónomas un techo de gasto como el que se aplica el estado.

También sugiere que los desembolsos de todas las administraciones públicas (estado, autonomías, ayuntamientos) aumenten a un ritmo inferior al del crecimiento previsto. Es una idea que se está abriendo camino en la Unión Europea, con el fin de que los excesos de recaudación de los años de 'vacas gordas' alimenten el superávit del ejercicio y no se dediquen a incrementar el gasto público. Si en el reciente periodo de bonanza comprendido entre los años 1998 y 2007 los gobiernos hubieran sido tan estrictos, el punto de partida en el arranque de la crisis hubiera sido de un superávit presupuestario equivalente al 8% del Producto Interior Bruto, aproximadamente.

Estas recomendaciones, que el Gobierno se muestra dispuesto a aplicar a las cuentas del estado y de las corporaciones locales, tropiezan con el principio de soberanía financiera de las autonomías, que habrían de asumirlo de forma voluntaria. El Consejo de Política Fiscal y Financiera es el órgano indicado para pactar un acuerdo de este tipo, pero su nueva composición -con abrumadora mayoría del PP tras las recientes elecciones- exige un consenso a alto nivel para llegar a un entendimiento.

El Banco de España invita además a reforzar la penalización ya existente por la que los territorios que incumplen sus compromisos de déficit ven sometidos a autorización sus planes de emisión de deuda. Para hacer más efectiva esta medida, sugiere que la limitación sea automática y no pueda ser moneda de cambio en una negociación política. También considera necesario que se difundan datos de la evolución de las finanzas del conjunto y de cada comunidad, con periodicidad y detalle similar a los que proporciona el Estado, es decir, cada mes. Se felicita, no obstante, de que las autonomías hayan emprendido este camino de transparencia al publicar la ejecución presupuestaria del primer trimestre.

Convenios y banca

El informe anual del Banco de España, que el gobernador presenta cada año en vísperas del verano al consejo de gobierno de la institución, se vuelca este año en el ajuste presupuestario, y considera la reducción del déficit una condición indispensable para tranquilizar a los mercados, recuperar la senda de crecimiento y de la creación de empleo. Pero también aborda las 'asignaturas pendientes', es decir, las reformas en curso o que el Gobierno se ha propuesto llevar a cabo.

En la modificación de las condiciones laborales en las empresas, aprobada por decreto ley y que podrá experimentar cambios durante su tramitación en el Parlamento, sugiere que los avances estén destinados a "permitir que los trabajadores y empresarios decidan lo que crean que es conveniente para mejorar la productividad de sus empresas". Sin ello, advierte, "nuestra economía seguirá pagando durante mucho tiempo un precio excesivamente alto en términos de desempleo y bajo crecimiento".

"El proceso de reestructuración de las cajas de ahorro se está cumpliendo en los términos y plazos previstos", explicó el gobernador al consejo de la institución, con cierta autocomplacencia frente a quienes le han reprochado desde lentitud en su aplicación hasta escaso rigor en las exigencias. El 30 de septiembre de este año, sin perjuicio de los plazos extra que el decreto prevé para las salidas a Bolsa, "el panorama habrá quedado suficientemente claro".

Y si las pruebas de resistencia mostrasen necesidades de capital adicionales que no fueran cubiertas ni por las entidades ni por el mercado, ahí estaría el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria para aportar esos recursos.