La sub-21 tropieza al final con Inglaterra

España tropezó al final con Inglaterra. Un gol en fuera de juego a dos minutos del tiempo reglamentario impidió que la sub-21 debutase con victoria en el Europeo y despejase el camino hacia los Juegos Olímpicos. España tuvo un estreno muy discreto en Dinamarca y lo pagó en el 88', aunque el tanto del empate no debió subir al marcador. También fue polémico el gol de Ander Herrera en jugada ensayada. España no salvó ni siquiera el resultado de un partido que tenía ganado y se le escapó por su falta de concentración. La victoria por la mínima estaba garantizada por un remate de cabeza, o de mano, del nuevo centrocampista del Athletic, tras un córner botado por Thiago y rematado por la testa por Javi Martínez.

Una jugada de estrategia que pudo estropear Ander Herrera con su mano derecha pegada a la cabeza cuando se dispuso a rematar casi en la línea. Para Inglaterra ese tanto del exzaragocista fue ilegal, pero se vengó cuando el encuentro languidecía, por la ausencia de ocasiones de España y la colaboración arbitral cuando la defensa dejó sola a Welbeck. Hasta la recta final España no fue capaz de dominar ni tener profundidad frente a un rival que tuvo demasiado el balón y por las bandas creó muchos problemas a los laterales, hasta que dio el golpe 'in extremis'.

España, con un ataque decepcionante y un centro del campo que no tuvo el control hasta los últimos minutos y perdió numerosos balones, pese a la calidad de Thiago, también tuvo que dar antes las gracias a De Gea, porque en el descuento del primer tiempo el futuro portero del Manchester salvó con la punta de los dedos a la selección. Ante la clase de España, Inglaterra opuso físico, entusiasmo y fútbol directo, hasta que ya mediada la segunda mitad los de Luis Milla comenzaron a tocar y mover la pelota, y hacerlo más cerca del área, como se esperaba de ellos. Hubo que esperar demasiado al fútbol de España, porque no tuvo juego fluido ni posesión hasta que salió Parejo al terreno de juego. Tampoco dispuso de ocasiones, porque durante 70 minutos, demasiado lenta y previsible, no conectó la media con la delantera, hasta que los españoles decidieron por fin dar un cambio de rumbo y marear a los británicos con el balón. Sin embargo, hubo mucho conformismo y contadas oportunidades, cuando España, favorita en este Europeo, estaba obligada a ser autoritaria y crear ocasiones.

Hasta la recta final, sin ritmo y sin llegada, España se movió muy lejos del área y tuvo suerte de irse al descanso con ventaja, porque, salvo durante los 10 minutos posteriores al gol de Ander, que cumplió con su trabajo en la media, fue Inglaterra la que mandó y creó más peligro. Sobre todo, cuando se acercó el descanso, aunque entonces fue la efectividad de 'La Rojita' la que decidió.

En su única ocasión llegó ese gol a balón parado que permitió a España tranquilizarse y controlar atrás. Bastante mejor estuvo España tras el descanso, beneficiada por el bajón y la apuesta de Inglaterra por el contraataque, y por los cambios de Parejo y Bojan que dieron otro aire al equipo. Porque Adrián y Jeffren pasaron desapercibidos y no aportaron absolutamente nada, aunque nadie contaba con ese error defensivo con el que España arruinó su debut.

El miércoles espera la República Checa, ya sin margen de error.