Vista de la Sagrada Familia de Gaudí, Barcelona. / Ap
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Un perturbado provoca un incendio en la Sagrada Familia

El incidente se salda con un detenido, cuatro heridos leves, 1.500 turistas desalojados y daños materiales importantes pero no irreversibles

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Susto monumental. Un hombre "perturbado", habitual visitante de la Sagrada Familia y con antecedentes policiales por hurto estuvo este martes a punto de provocar un daño cultural y artístico irreparable en la obra de Gaudí y quién sabe si también una tragedia humana.

Sobre las 10.45 de la mañana, y por causas que se desconocen, José María L. S., vecino de Barcelona de 65 años, cogió uno de los varios mecheros que llevaba en el bolsillo, se acercó a la sacristía de la cripta de la basílica de la Sagrada Familia y supuestamente prendió fuego a los trajes y otros ornamentos que los capellanes guardan en ese lugar del templo. El fuego se avivó en seguida, lo que provocó un incendio en el interior de la basílica, que quemó por completo la sacristía, si bien no afectó a la estructura de la cripta, de 40 metros cuadrados de superficie, rehabilitada recientemente y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Poco después de que se declarase el fuego, el presunto pirómano fue reducido por un grupo de turistas, que en ese momento visitaban la cripta. Los turistas le retuvieron hasta que el hombre fue detenido por los Mossos d'Esquadra. Usuario de los servicios sociales de la ciudad de Barcelona, aunque no se trata de un indigente, según el ayuntamiento, el supuesto autor del incendio negó ser el autor del fuego en su primera declaración policial.

Joan Rigol, presidente del patronato de la Sagrada Familia, le calificó de "perturbado". Fuentes del consistorio añadieron que era un habitual de la Sagrada Familia, conocido por los responsables del monumento, pero que no se esperaban que pudiera actuar de esta forma.

Sin embargo, presuntamente lo hizo y el daño que ocasionó fue "importante" aunque "no irreversible", según los responsables del monumento, y destruyó sobre todo mobiliario (de madera) y ropa de los párrocos. "Por suerte, todo el patrimonio de Gaudí se ha podido salvar", afirmó Rigol. "Hubo momentos de duda, en los que temimos que se hubiera podido romper alguna cristalera original" del arquitecto catalán, añadió. Según parece, fueron los bomberos, para poder entrar rápido a la cripta, los que estuvieron a punto de hacer saltar por los aires las vidrieras, aunque finalmente lograron acceder por una puerta y no ocasionaron desperfectos reseñables. Aun así, Rigol señaló que la cripta deberá volver a restaurarse totalmente. "Hoy es el día más triste desde que estoy en el Patronato del templo", aseguró. "El incendio es un accidente un poco menor dentro del mal que se podría haber hecho", remató.

Rigol anunció que la Sagrada Familia reforzará la seguridad para evitar nuevos incidentes.

1.500 desalojados

Los bomberos lograron sofocar el fuego en menos de una hora, tiempo en el que la dirección del templo decidió evacuar a las cerca de 1.500 personas, la mayoría turistas, que se encontraban en esos momentos en el interior de la basílica. Los viajeros que vivieron el susto en primera persona relataron que la evacuación fue bastante tranquila, que apenas se vivieron momentos de pánico y que fueron debidamente informados por megafonía. Algunos de los visitantes tuvieron que ser atendidos con mascarillas y a otros se les tuvo que administrar oxígeno. Los más, se afanaron en disparar indiscriminadamente sus cámaras para lograr unas fotos inéditas (el humo negro se veía desde el exterior) del templo expiatorio.

Ninguna persona resultó herida de gravedad, si bien cuatro operarios tuvieron que ser atendidos por inhalación de humo en el Hospital de Sant Pau.

Poco después de las 17.00 de la tarde, la Sagrada Familia volvió a reabrir sus puertas a los visitantes, no así la cripta. Los restos del incendio aún eran visibles.