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González Macho, el gran impulsor del cine de autor

Cuenta con cerca de 60 pantallas en España y tiene participación en otras 20 salas

MADRID Actualizado: Guardar
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Hombre de la industria, Enrique González Macho (Santander, 1947) se ha impuesto a la creación audiovisual, representada por Bigas Luna. Productor, distribuidor y exhibidor, es un trabajador nato por el cine de autor, el cine español más creativo y por las películas exhibidas en versión original subtituladas. Propietario de la distribuidora Alta Classic y de los Cines Renoir de Madrid, Barcelona y otras ciudades españolas, el nuevo presidente de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de España, lleva a la vicepresidencia de la Academia a la actriz Marta Etura (Goya por ‘Celda 211’) y la directora Judith Colell (codirectora de ‘Elisa K’, que él mismo había exhibido en sus cines), con quienes formaba la terna triunfadora.

González Macho cuenta con cerca de 60 pantallas en España y tiene participación en otras 20 salas. El exhibidor y distribuidor cántabro, que hace años apostó por el cine de autor, la versión original subtitulada y el cine español, ha trabajado en los tres sectores cinematográficos -exhibición, distribución y producción-, ha sido un hombre muy peleón por el cine de calidad: Ha sido uno de los responsables de las diferentes huelgas de cines sufridas en los últimos años y se ha peleado con ministros y políticos para defender sus postulados..

Premio Nacional de Cinematografía en 1997 y Caballero de la Orden de las Artes y de las Letras de Francia, entre otras condecoraciones, González Macho es un hombre que empezó en el cine desde abajo. En 1967 comenzó a trabajar en cine, y se convirtió en el jefe de producción más joven de España a finales de los años sesenta. Tras 12 años en el sector de la producción, en los 80 creó una distribuidora, Cinema 2000, que después daría paso a Alta Films (nombre que toma de la calle Alta de su Santander natal), que se especializó en el cine de autor europeo en versión original subtitulada. Importador de cine ruso en la última etapa de la Unión Soviética, tuvo un golpe de fortuna con el reestreno de ‘Dersu Uzala’, la oscarizada película de Akira Kurosava, coproducción entre Rusia y Japón que ya en su momento había permanecido un año ininterrumpido en las pantallas de Madrid. Aquella reposición volvió a repetir el éxito, lo que le permitió comprar un local vecino a los desaparecidos cines Alphaville de Madrid (hoy Golem) de la calle Martin de los Heros para crear un complejo de cuatro minisalas (que después ampliaría a cinco), los Cines Renoir, llamados así en homenaje al gran director francés Jean Renoir. "Comencé a traer películas raras que nadie quería poner y me tuve que hacer exhibidor", recordó en una ocasión.

El éxito fue inmediato y poco a poco los cines Renoir son el germen de una importante cadena de exhibición cinematográfica que prolifera por Madrid (en la que se incluyen también los Cines Princesa, el Roxy B y el Lido), y por otras ciudades españolas como Barcelona, Bilbao, Santa Cruz de Tenerife, Zaragoza, Palma de Mallorca, Guadalajara o Cuenca, salas que en algún caso han debido renunciar a la versión original para exhibir cine doblado por imposiciones del mercado. Con la llegada del siglo XXI, la crisis de la exhibición también se ceba en él, obligándole a tener que cerrar cines como los Canciller de Madrid o los Renoir de Bilbao. Antes, González Macho había dado el salto internacional creado una sala para exhibir cine español en Moscú, en la mismísima Plaza Roja, en el Kremlin, aventura que sobrevivió pocos meses.

Como productor ha ido siempre asociado a otros nombres de la industria, desde Elías Querejeta a Gerardo Herrero según los casos, apostando siempre por un cine español de autor, en la línea con las películas que exhibe en sus propias salas, e impulsando el trabajo de nuevos y jóvenes directores españoles: "En estos años, he creado una imagen del cine español. No he promocionado una película, sino una cinematografía", ha dicho frecuentemente. Desde hace una década es también editor de la revista cinematográfica La Gran Ilusión (nombre que vuelve a rendir homenaje a Jean Rendir), que se distribuye gratuitamente en sus cines como apoyo a la promoción de sus películas.